Madoff se confiesa: "El presidente del Santander vino a verme, el de Credit Suisse, UBS... Se me fue la cabeza"
Creía que su familia era la más feliz del mundo y que su torre de miles de millones de dólares jamás se derrumbaría. Pero el mayor
Creía que su familia era la más feliz del mundo y que su torre de miles de millones de dólares jamás se derrumbaría. Pero el mayor estafador de la historia vio cómo su castillo de naipes se derrumbaba. Tres años después de ingresar en prisión, Bernard Madoff ha abierto su corazón a la revista GQ, en una entrevista que costó cientos y cientos de cartas enviadas a la cárcel e interceptadas por la Oficina de Prisiones.
Al fin, la carta llegó al destinatario a través de uno de sus nuevos amigos en prisión. Según la publicación, Madoff quería hablar. “Está decidido a resucitar su legado” o a “aclarar las cosas”, o quizá sólo pretenda “llegar a Andrew”, el único hijo que le queda vivo después de que a su benjamín, Mark, le consumiera la rabia y pusiera fin a su vida hace unos cuantos meses. Según señala a la revista GQ, el suicidio le destrozó. “Lloré más de dos semanas. Lloré y lloré. No salí de mi habitación. No hablé con nadie”.
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