Junior habla sobre la boda de su hija Carmen Morales

Es un momento muy especial para la familia Morales. Una vez que han solucionado el enfrentamiento que en su día les enfrentó por la herencia de Rocío Durcal, todos sus miembros verán cumplir uno de sus sueños más queridos: ser partícipes de la boda de Carmen Morales con el empresario Luis Guerra, quién parece haber desempeñado un papel más que relevante en esta reconciliación familiar.

Este sábado la hija mayor de la célebre cantante de rancheras ha contraído matrimonio por lo civil en Ibiza, y en presencia de más de 200 invitados, entre ellos, una treintena de niños. Salvo el vestido de la novia, que será un diseño de Rosa Clará, el resto de los detalles de la ceremonia se desconocen excepto que los novios han pedido expresamente que no les regalen nada. También ha trascendido que el cubierto de este enlace asciende a la friolera cifra de 200 euros. 

Tanto ha sido el blindaje desplegado que en un primer momento se pensó que esta exclusiva se habría vendido a una conocida revista del corazón. Aunque Antonio Morales Junior se lo desmentido a Vanitatis: “No habrá exclusiva de la boda”, ha contado el padre de la novia.

Junior, que vestirá un traje negro y una corbata azul en este enlace, también ha asegurado a este medio los sentimientos encontrados que le produce la boda de su hija mayor: “Estoy feliz por volver a estar incluido en la familia pero me acuerdo mucho Marieta”, nombre con el que llamaba a Rocío Dúrcal, que murió en 2006.

Pese a lo que se pensó en un primer momento, el padrino de la boda no será Junior sino el hijo de Carmen Morales, Christian, de 15 años, que acompañará a su madre hasta el altar. 

Como aperitivo al enlace, este viernes por la noche se ha celebrado una fiesta, a modo de despedida de soltero, al más estilo ibicenco con algunos de los invitados que asistirán al enlace y que ha servido como velada previa a la ceremonia.

Shaila Dúrcal, una de las primeras en llegar a Ibiza

La llegada de los invitados a la isla pitiusa se ha ido sucediendo desde este jueves. Shaila Dúrcal y su marido, Dorio Ferreira, fueron de los primeros en llegar a Ibiza. Una vez en el aeropuerto, el futuro marido de Carmen, Luis Guerra, fue quién les recibió con un gran abrazo.

La hija menor de los Morales llegaba desde Madrid tras haber sido imagen de la fragancia Escada en la que tuvo tiempo para contar a Vanitatis su plan para la boda: “Me gustaría ser una de los testigos, pero mi hermana no me ha adelantado nada. ¡Miedo me da! Yo les voy a cantar, pero ya en la fiesta”, adelantó a este medio.

Estos días, y para demostrar que la relación familiar vuelve a ser impecable, tanto Antonio como Shaila y su padre Junior han estado alojados en el mismo hotel. Eventos que prueban que todo vuelve a la normalidad en esta familia.

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