Borja Thyssen demanda a su madre

Ya es una batalla sin límites. Alejandro Borja Thyssen ha demandado a su madre, Carmen Thyssen, por lo que, según él, su padre, el barón Thyssen le dejó en herencia: un Goya valorado en más de 6 millones de euros, Una mujer y dos niños en la fuente, y el Bautismo de Cristo valorado en más de 800.00 euros. "No hay impedimento moral para denunciar a mi madre", declaraba Borja hace algún tiempo.  Ya ha cumplido su "amenaza".

Borja habría demandado a las sociedades que tiene la baronesa, y en cuyas escrituras aparecen los cuadros, a los administradores, y al parecer, a algún responsable del museo Thyssen.

Hay que recordar que el hijo de la baronesa se presentó con un notario el pasado 29 de Octubre del 2009 en el Museo Thyssen para reclamar los cuadros. Los encargados del museo se negaron en rotundo en cumplir con los deseos del joven heredero. En ese momento ya el hijo de la baronesa anunció que acudiría a los tribunales.

La historia de esta guerra, se remonta al 2 de Noviembre del 2009, fecha en que la mismísima Carmen Cervera, muy a su pesar, tuvo que demandar a su hijo, a Blanca Cuesta, y al abogado de la pareja por sustracción de documentos y revelación de secretos. Unos meses antes, el 13 de marzo, Borja, acompañado de sus guardaespaldas y de su esposa, habían entrado en las oficinas de la mansión familiar, imágenes que emitió el programa DEC el 27 de noviembre de ese mismo año. Ahí habrían, supuestamente, fotocopiado gran parte de la documentación privada de la baronesa y documentos relacionados con el pacto de Basilea, acuerdo que firmaron los hijos del barón en 2002 para repartir la herencia. Un pacto que no podía desvelarse y que ponía en juego la fortuna familiar, razón principal por la que Tita demanda. Tenía que proteger su fortuna, que el día de mañana será de sus hijos Borja, Sabina y Carmen.

Algo que llama la atención es que la demanda habría sido interpuesta por el abogado de la pareja, el mismo que está demandado por la baronesa. La próxima cita será muy pronto en los tribunales donde Carmen Cervera, que no se habla con su hijo desde hace más de dos años, tendrá que verse las caras con Borja en las peores circunstancias.

Personas muy cercanas a la viuda del barón aseguran que éste ha sido un sumarísimo golpe para ella. Según cuentan, Tita está convencida de que su hijo está siendo muy mal asesorado por su entorno y por su abogado, y lo que la entristece más es que ella sabe que éste no será el único paso que dará su hijo. Hay todavía muchas batallas que le esperan a una mujer, que sólo ha construido un imperio, que el día de mañana será de sus hijos.

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