El 'árbol genealógico' de la jet set: baile de parejas entre Cereceda, Slim y Felipe González

En el tronco está el. El hombre omnipotente. El cordón umbilical entre millonarios con pedigrí, ex-mandatarios y la jet set de nuestros tiempos. El 11 de junio de hace un año, el empresario Luis García Cereceda, que atesoraba una de las grandes fortunas del país, fallecía a consecuencia de un tumor cerebral en su exclusiva residencia fortificada de La Finca, la urbanización que él mismo ideó. Su marcha desencadenó una auténtica guerra familiar por la herencia, al más puro estilo Onassis. Pero, a la vez, su muerte supuso la ramificación en un frondoso árbol genealógico de la high society del país.

En una de sus ramas más firmes posa Felipe González, gran amigo del conocido constructor del PSOE, que de presidente socialista ha pasado a ser cabeza visible de la burguesía acomodada y presa ‘fácil’ de la prensa del colorín. Especialmente, por su relación con Mar García Vaquero, que destacó durante ocho años por ser secretaria de Cereceda. La conoció mucho antes de separarse de Carmen Romero. Al parecer, fue el propio magnate inmboliario quien les presentó, aunque en la génesis de la historia no saltaron chispas entre ambos porque, al fin y al cabo, García Vaquero, según firmó en su día la revista Tiempo, era la por entonces novia de su gran amigo. Así, mientras el matrimonio del ex-presidente hacía agua, la relación de Mar y Cereceda entraba en el mismo punto de no retorno. Entonces, la ahora asesora de La Caixa decidió recuperarse en brazos de Íñigo Prado Nicholson, sobrino del amigo del Rey Manuel Prado y Colón de Carvajal, cuya relación también fracasó al poco tiempo y no terminó nada bien. Más tarde, vendría González. El resto ya es historia.

En otra de las ramas se encuentra Carlos Slim, el hombre más rico del mundo. El empresario mexicano no solía faltar a las reuniones, que solían tener lugar en la casa de Cereceda, la mejor de la urbanización según quienes han podido escrutar los secretos que esconde, y que tenían más de junta de accionistas que de encuentro amistoso. Slim, gran amigo del fallecido padre de La Finca, también era -y es- íntimo de González. Incluso hubo un tiempo en que pudieron haber entroncado si el hijo del ex presidente y la hija de Slim hubiesen hecho migas. Aunque ahora las cosas van por otros derroteros. El empresario de origen libanés estaría viviendo un romance con la viuda de Cereceda, Silvia Gómez Cuétara, ex mujer a su vez de Ramón Hermosilla, el hijo del abogado de los Albertos, tal y como apuntan los incesantes rumores. Suelen organizar cenas muy a menudo y los encuentros serían a su vez más que habituales. Una situación, sin duda, curiosa e inesperada que ahora es carne de tertulia en todos los corrillos de la alta sociedad: Slim y González, amigos del alma del fallecido ‘mosquetero’ Cereceda, hacen vida ahora con su ex y con su viuda.

Pero, además de las ramas más centrales que componen este árbol genealógico de la jet, existirían otras bifurcaciones menores, pero, no por ello, menos importantes. Por ejemplo, Mar Flores y Mar García Vaquero comparten nombre, círculo de colaterales poderosos y una amistad forjada a lo largo de los años. Tal y como ilustran algunas revistas, la actual novia del ex-presidente acompañe a la modelo retirada en sus paseos por los parques del centro de Madrid con los pequeños Darío y Bruno, que nacieron hace tres meses, fruto de su relación con el empresario Javier Merino.

Sin embargo, no hay nada de sorprendente en su amistad. Las dos Mares, a quienes sus amigos llaman Mar Cantábrico (Flores) y Mar Atlántico (García Vaquero), se conocen desde hace tiempo, aunque han atravesado por momentos de mayor y menor contacto, especialmente por la vida de Flores, que ha sido mucho más azarosa que la de García Vaquero. A decir verdad, su relación se intensificó cuando Mar Flores emprendió una nueva etapa en Santo Domingo, donde se trasladó durante más de un año por los motivos profesionales de Javier Merino, su marido, que intentaba relanzar sus negocios en el paraíso preferido por Julio Iglesias u Óscar de la Renta. Allí, lejos de la polémica por la imputación del empresario en el ‘Caso Astapa’, una presunta trama de corrupción municipal en el ayuntamiento de Estepona, las reuniones eran más que frecuentes.

Una de las primeras imágenes que se tienen de Felipe González con su actual pareja fue tomada en las vacaciones de fin de año en la capital de la República Dominicana, que la pareja vivió con sus amigos Mar Flores y Javier Merino, entre otros como Slim o el empresario Jesús Barderas, que vive en el país desde que González era presidente del Gobierno. Además, las escapadas conjuntas del grupo de amigos Merino-Flores/González-García Vaquero no se remontan tan sólo a Santo Domingo.

Las dos mediáticas parejas han disfrutado del Sangrila particular del riad de Pedro Trapote, casado con Begoña García Vaquero, hermana de la novia de González, en Túnez, aunque el propietario de la discoteca Joy Eslava y Pachá de la capital ya lo ha vendido. O se han apoyado mutuamente en los golpes más duros del destino. García Vaquero arropó a la ex modelo cuando su padre falleció en 2009 a causa de un trágico accidente y Flores hizo lo propio hace unos días en el funeral del padre de la novia de González. Además, los paseos de las dos mujeres por las calles de la capital demuestran que su amistad ha desembocado en una relación estrecha a prueba de idas y venidas. Y todos estos paseos y estas historias de amor encuentran su nexo de unión en Cereceda, la primera semilla de este peculiar árbol genealógico de la jet set.

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