Aznar: "Yo también he tenido épocas de rebeldía"

Llevan 33 años juntos y, como el propio ex presidente se encarga de remarcar, el suyo es un matrimonio diferente, “una especie rara hoy en día”. José María Aznar, acompañado por su esposa, la edil del Ayuntamiento de Madrid Ana Botella, habla alto y claro para la revista Telva sobre su infancia, sus hijos, su etapa de rebeldía y la relación con la mujer con la que tenía “prisa” en casarse. “Ella es mi vida. Lo engloba todo. Sin ella nada tendría sentido”, afirma en la entrevista.

“Al amor lo mata la falta de interés y no es nuestro caso. Hombre, no le voy a decir que es lo mismo que cuando teníamos 25 años, pero lo esencial es que tenemos ganas de hacer cosas juntos. Vamos a cumplir 33 años de casados y somos una especie rara hoy en día”. El ex presidente, que ahora se dedica a dar conferencias por todo el mundo, confiesa que en su día “practicó el verso” y que si pudiera volver a atrás “dedicaría tiempo al estudio. Me gustaría haber sabido física, química, matemáticas…”.

Sus tres hijos también ocupan buena parte de la conversación. Dice de ellos: “Han salido con una razonable mezcla de Ana y de mí. El mejor resumen que puedo hacer de ellos es que jamás nos han dado problemas y sí muchas satisfacciones. El mayor es más padre, la niña es químicamente pura padre y el pequeño es madre”. Afirma que le gustaría estar tranquilo en casa, pero “me llaman”. Inquieto y rotundo, cuenta que también tuvo su época rebelde. “Todos las tenemos: pelo largo, música alta… pero yo de ahí no pasaba. Nunca he sido de izquierdas porque me parece una pérdida de tiempo”.

El Aznar menos conocido

La persona que mejor me conoce soy yo mismo. La más cercana a mí es mi mujer, pero no me atrevo a decir que le diría ella a usted sobre mí. ¡Igual se lleva una sorpresa! En la vida siempre hay que dejar un hueco para las sorpresas”. Considera que tiene más sentido del humor que habilidad para contar chistes  y no se esfuerza en caer bien. “Sé que arrastro una fama que ni las cultivo ni las desdeño, simplemente soy consciente de ellas. No soy una persona antisociable, ni huraño, ni me faltan ganas de agradar a los demás, pero tampoco les dedico mi tiempo a caer bien. Caes como caes, en eso consiste la naturalidad”, manifiesta.

Sobre sus amigos: “Yo aprecio mucho la amistad, la lealtad. Conservo buenos amigos de mi época joven, algunos los he perdido… Siempre he tenido una relación de no excesiva confianza con muchas personas. Soy un amante de la discreción, a pesar de que una parte importante de mi vida se ha desarrollado bajo la luz de los focos”. Y sigue la entrevista. José María Aznar no tiene manías.”Quizá  la única es que me levanto siempre por el mismo lado de la cama”, concluye.

Una vida dedicada a la res pública

De una de las cosas de las que más orgulloso se siente José María Aznar es de haber sacado adelante las oposiciones a inspector de Finanzas del Estado. “Yo me veía ejerciendo una actividad pública. Me decidí por las Letras. A mitad de la carrera casi dejé Derecho por Historia y Filosofía, pero al final terminé la carrera y saqué unas oposiciones en un año. Una decisión  conservadora pero sabia”.

El ex presidente define a su prototipo de político como “aquel que tiene una idea clara del mundo de hoy, que tiene un proyecto y sabe defenderlo, que sabe formar buenos equipos y que nos es cautivo de los sondeos de opinión. Desgraciadamente alguien con estas características no es habitual hoy en día”. Sobre el actual líder del partido que le llevó a pasar ocho años en el palacio de La Moncloa, Aznar concluye: "Mariano y yo hablamos de cuando en cuando. Normalmente a iniciativa suya”. Así se las gasta el ex presidente más polémico.

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