Dani Güiza vuelve a Madrid pero sigue olvidándose de su hijo

Acaba de regresar a España después de jugar durante tres temporadas en el Fenerbahçe turco, pero todo apunta a que ni la distancia ni el tiempo han servido para hacer reflexionar a Dani Gúiza y comenzar una nueva etapa cerca de su hijo, el que tuvo hace ahora cuatro años con Nuria Bermúdez.

Y es que no hay visos de retomar, por parte del nuevo fichaje del Getafe -equipo en el que ya jugó durante dos años-, el contacto con el pequeño. De hecho, hace un par de días Güiza acudía al coliseum Alfonso Pérez para ser presentado ante el club y daba la callada por respuesta cuando los periodistas allí congregados le preguntaban si tenía pensado ver a su hijo, ahora que iban a ser prácticamente vecinos.

Un hecho que no ha sentado especialmente bien a la otrora pareja del gaditano y madre de su hijo, Nuria Bermúdez. Más bien todo lo contrario. "Me parece fatal. Piensa que es una persona que te hace la vida imposible a miles de kilómetros, con la que te llevas mal, imáginate estando en la misma zona. Me parece muy desagradable e incómodo estar tan cerca y poder encontrármelo en la calle o en el supermercado, porque en una discoteca a mí no me va a encontrar", confiesa Bermúdez a Vanitatis.

¿Y cómo sería ese reencuentro? "Él siempre gira la cara cuando nos vemos. Lo ha hecho en los juicios", señala al tiempo que recuerda el "desinterés" del futbolista cuando el pequeño tuvo que ser invervenido de anginas el pasado mes de junio. "Le mandé tres mensajes para avisarle. Llamé a su madre, le llamé varias veces cada día, le puse algún que otro burofax y al final operé a mi hijo. Y él ni siquiera me ha preguntado. Le da igual estar de vacaciones o no".

Para lo que sí tuvo tiempo el jugador, una vez instalado en Madrid, fue para ir de compras con su novia. Así, la pareja se dejó ver en unos conocidos grandes almacenes adquiriendo un televisor para su nuevo hogar y cargados de bolsas.

"No sé dónde estará viviendo", porque por la casa por la que pugnaban ambos aún no se ha llegado a ningún acuerdo. "Llevamos así cinco meses. Claro que es mejor estar de alquiler, como él estará, a que ese dinero vaya para su hijo".

Pero la casa no es el único motivo de trifulca. "Dentro de unos días le tengo que entregar también el coche". Bermúdez, quien a estas alturas "no espero nada de él", tiene su propia teoría para explicar el comportamiento de su expareja. "Creo que el problema de Güiza es que es demasiado influenciable".

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