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El 'lifting' de la duquesa de Alba para el día de su boda
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El 'lifting' de la duquesa de Alba para el día de su boda

La duquesa de Alba se encuentra tan emocionada ante su tercera boda como si fuera la primera. Desde que lo anunció públicamente a través de un

La duquesa de Alba se encuentra tan emocionada ante su tercera boda como si fuera la primera. Desde que lo anunció públicamente a través de un comunicado rubricado por ella, la cuenta atrás se ha convertido en una puesta a punto emocional y física. Por un lado, tuvo que tomar decisiones importantes que afectaban a la relación con sus hijos. Para que estos aceptaran al novio, decidió repartir en vida su patrimonio y, de esa forma, ninguno de ellos cuestionaría la idoneidad de Alfonso Díez como el hombre de su vida, en esta tercera juventud por la que atraviesa. Una vez solucionado el tema más espinoso, se puso manos a la obra para organizar su última boda, que tenía claro se celebraría en Dueñas, su palacio preferido.

Después vendría la elección de los sacerdotes, los creadores del vestido nupcial, los invitados, los testigos o el menú, sin olvidar uno de los aspectos que más la han preocupado desde hace años: su aspecto físico. La duquesa de Alba sigue siendo una adicta a los retoques faciales y, sobre todo, a las nuevas técnicas de rejuvenecimiento como el botox, las vitaminas, el lifting sin cirugía o los rellenos, que normalmente suele hacerse cuando visita Barcelona, en un centro muy cerca de la calle Johann Sebastián Bach.

Como Cayetana es muy presumida, nunca le comenta a sus amistades -y mucho menos a su novio- estas visitas que suelen ser de ida y vuelta en el día. Todos creen que esos desplazamientos tienen que ver con algún acto solidario o con encuentros con su hijo Jacobo. Aunque esta última vez estaba claro que tuvo que poner otra excusa, después de las declaraciones que realizó sobre su nuera Inka Martí.

Al igual que cualquier novia quiere estar lo más guapa posible. Por eso, la semana pasada, como informó la revista Lecturas, pasó un día completo comprando bisutería y dándose una vuelta por el paseo de Gracia. Pero, el motivo real de este viaje eran los retoques con los doctores que la tratan desde hace tiempo. Aunque estos tienen clínica abierta en Madrid, ella prefiere tomar el AVE con destino a la ciudad Condal para mantener su intimidad. Esa misma noche regresó a la capital y continuó con los preparativos. 

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La duquesa de Alba se encuentra tan emocionada ante su tercera boda como si fuera la primera. Desde que lo anunció públicamente a través de un comunicado rubricado por ella, la cuenta atrás se ha convertido en una puesta a punto emocional y física. Por un lado, tuvo que tomar decisiones importantes que afectaban a la relación con sus hijos. Para que estos aceptaran al novio, decidió repartir en vida su patrimonio y, de esa forma, ninguno de ellos cuestionaría la idoneidad de Alfonso Díez como el hombre de su vida, en esta tercera juventud por la que atraviesa. Una vez solucionado el tema más espinoso, se puso manos a la obra para organizar su última boda, que tenía claro se celebraría en Dueñas, su palacio preferido.