Los jornaleros irrumpen en la boda de la Duquesa y la acusan de irregularidades
Acaba de recibir la Duquesa de Alba y su prometido Alfonso el visto bueno de la Casa Real para su boda y en eso que se
Acaba de recibir la Duquesa de Alba y su prometido Alfonso el visto bueno de la Casa Real para su boda y en eso que se presenta el proletariado. Llegó el comandante y mandó parar. Diego Cañamero, líder del SAT, que es un sindicato andaluz de jornaleros, ha arrojado acusaciones contra la Casa de Alba a las mismas puertas de la boda. El líder agrario acusa a la Duquesa en su condición de terrateniente de irregularidades laborales en sus fincas, que según la medición que ha hecho este sindicato ocupan 34.000 hectáreas en España.
Cañamero, que hace una semana fue detenido por no comparecer ante la justicia en un caso pendiente contra él y por lo tanto está caliente, acusa a la Casa de Alba de presuntas irregularidades en la contratación de trabajadores y en la recepción de subvenciones de la UE, así como de presuntos fraudes a la Seguridad Social y a Hacienda, siempre según este líder agrario que ha aprovechado el ambiente nupcial para meterse en el escenario.
Cayetana está tranquila
Cayetana y Alfonso ni se han inmutado. Las últimas referencias que se tienen sobre el ánimo de la Duquesa la revelaron Victorio y Lucchino recientemente al salir del Palacio de Dueñas después de haberle expuesto a la novia proyecto de traje nupcial. “Está tranquila y serena”.
La boda de la Duquesa, en cualquier caso, es un elemento omnipresente en Sevilla. Los turistas se hacen fotos sacando la cabeza por unos muñecos de cartón que representan las imágenes de los novios, con el pelo de Cayetana y la seriedad impertérrita de Alfonso; compran camisetas y todo tipo de recuerdos y preguntan a la gente dónde vive la novia.
La condena de Cayetana
Por eso era imprescindible la figura de los jornaleros. La relación del SOC y el SAT con la Duquesa ha sido siempre polémica. Tanto que Cayetana fue condenada incluso, con seis mil euros, por haberle dicho a estos jornaleros en un arrebato que eran “delincuentes, gentuza y cuatro locos”. En todo caso, desde la Casa de Alba siempre han advertido de que Cayetana no quiere ver a un jornalero en la cárcel, aunque a veces se exaspere por la presión de la gente del campo.
Sin embargo, Cayetana tiene la protección del sistema. Hija Predilecta de Andalucía, Manuel Chaves ha llegado a prologar una biografía sobre ella deshaciéndose en elogios, y el partido en el poder siempre la ha considerado cercana, seguramente porque Cayetana ha sabido estar con el pueblo, que es lo que se suele decir cuando la nobleza baila sevillanas.
La actitud del PSOE andaluz respecto a la Duquesa ha sido siempre muy distinta a la de los socialistas extremeños, que han llegado a perseguir a la Casa de Alba por la Cabra Alta y la Cabra Baja, sus fincas en Extremadura, con aquella manera de ser populista que tenía Rodríguez Ibarra. En Andalucía, sin embargo, se da la circunstancia de que hay nobles como hijos predilectos de la tierra, pero esta condición, de momento y a pesar de los treinta años del PSOE en el poder, no se le ha reconocido aún a un jornalero, que en materia de distinciones oficiales siguen siendo los parias de Blas Infante.
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