La Duquesa de Alba se resbala con la alfombra en el Palacio de Dueñas y se fisura la pelvis

La Duquesa de Alba está triste. El accidente doméstico que sufría este miércoles tras resbalarse con una alfombra del Palacio de Dueñas sumía a Cayetana Fitz-James Stuart en un notable estado de aflicción, ya que, por primera vez, se veía obligada a cancelar un acto, algo que nunca antes había sucedido y que a la aristócrata le dolía mucho más que las propias molestias físicas de la caída.

El percance tenía lugar pasada la una de la tarde del miércoles. Cayetana Alba se disponía a salir del cuarto de baño camino a su dormitorio cuando resbaló con una alfombra liviana colocada sobre el suelo de madera. En ese momento, la duquesa se encontraba sola. Alfonso Díez, desde la habitación de al lado, oyó la caída y rápidamente corrió a auxiliarla.

Debido a los fuertes dolores que aquejaban a la aristócrata, el funcionario procedió a llamar a Miguel Ángel Muñain, el médico internista que trata a Cayetana, que le suministró un analgésico.

Al ver que los dolores no cesaban, más bien todo lo contrario, optaron por trasladarla a la clínica sevillana Sagrado Corazón, donde los facultativos le realizaron un TAC pasadas las cuatro de la tarde, que reveló que la duquesa de Alba tenía una fisura en la pelvis, así como varios moratones en las piernas producto de la caída. Tras suministrarle de nuevo analgésicos, la aristócrata volvió a casa, donde pasó el resto de la tarde y recibió varias visitas, entre ellas la del doctor Muñain.

Según ha podido saber Vanitatis, Cayetana no ha pasado buena noche debido a los fuertes dolores. Con ella han permanecido su marido, Alfonso Díez, y sus hijos Carlos y Fernando, que se encontraban el miércoles en Dueñas para acudir a la presentación de la autobiografía de la Duquesa de Alba, Yo Duquesa, en el Alcázar de Sevilla. Está previsto, además, que Eugenia Martínez de Irujo visite también a su progenitora.

El médico ha recomendado a la aristócrata que guarde reposo -no absoluto, sino que se mueva-, por lo que la luna de miel a Tailandia tendrá que esperar, al igual que la presentación del libro, a la que habían acudido editores de Espasa Calpe, el periodista y amigo de Cayetana Antonio Burgos, y varios hijos de ésta, que en el momento del percance esperaban en la puerta del Alcázar que da al patio de Banderas. Allí fue donde el doctor Miguel Ángel Muñain explicó a los medios presentes el estado de salud de la aristócrata e insistió en el reposo, como recoge  El diario de Sevilla.

Después de conocerse su convalecencia, el Palacio de Dueñas fue un hervidero de visitas. La amiga de Cayetana, Carmen Tello, y su marido, Curro Romero, visitaron a la duquesa nada más enterarse del percance. También lo hizo su abogado, Javier Saavedra, y el doctor Trujillo, encargado de atenderla personalmente.