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El emir de Qatar, el nuevo Rey del viejo continente gracias a su control sobre las empresas europeas
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El emir de Qatar, el nuevo Rey del viejo continente gracias a su control sobre las empresas europeas

Qatar, el pequeño emirato del Golfo Pérsico ha conseguido hacerse en apenas seis años con el control de las grandes empresas europeas. Despacito y con buena

Foto: El emir de Qatar, el nuevo Rey del viejo continente gracias a su control sobre las empresas europeas
El emir de Qatar, el nuevo Rey del viejo continente gracias a su control sobre las empresas europeas

Qatar, el pequeño emirato del Golfo Pérsico ha conseguido hacerse en apenas seis años con el control de las grandes empresas europeas. Despacito y con buena letra el jeque árabe Hamad bin Jalifa Al Thani ha sabido mover sus fichas para que lugares tan emblemáticos como Harrods o el Royal Savoy Hotel de Lausana estén bajo su control.

Los qataríes han empezado su particular ‘conquista’ con una estrategia que les ha llevado a controlar piezas claves de la economía mundial. De hecho, gracias a la eficacia de sus movimientos, Qatar superó a Luxemburgo en 2010 como el país más rico del mundo, doblando a su vez la cifra de los EEUU.

El soberano, que visitó recientemente al rey Don Juan Carlos junto a su elegante mujer la jequesa Mozah, está desarrollando cada vez más sus relaciones internacionales con los mandatrios de los países europeos con la clara intención de fomentar una política de acercamiento.

El fondo soberano, la Autoridad de Inversiones de Qatar (QIA), fue creado en 2005 para gestionar el dinero del gobierno generado por la industria del petróleo y del gas natural. Su estrategia principal es invertir dinero fuera de su país y en sectores variados, diferentes del energético.

 “Ante esta crisis, algunos países prefieren guardar su dinero, mientras nosotros creemos que se trata de una oportunidad que no volverá a producirse en las próximas decenas”, aseguró a The Guardian el príncipe Tamim bin Hamad al-Thani.

Durante sus dos primeros años de vida, la QIA  se ocupó de comprar bienes inmobiliarios entre los que destacan lugares tan lujosos como el Hotel Monceau de París, el Hotel Gallia de Milan o el Royal Savoy Hotel Lausana de Suiza, todos ellos alojamientos habituales de los VIP de Europa.

El emir ha tomado además participaciones en los grupos automovilísticos alemanes Volkswagen y Porsche, los bancos globales de Barclays y Crédit Suisse, la Bolsa de Londres, el estudio Miramax Films perteneciente a Walt Disney, el grupo editorial Lagardère, la española Iberdrola o la importante cadena británica de supermercados J. Sainsbury, además de los ya mencionados almacenes Harrods, que le supusieron la friolera de 2.200 millones de dólares.

Los deportes, también gustan

El príncipe heredero Tamim bin Hamad al-Thani de 31 años, presume de ser un gran amante del fútbol y de los coches; por lo que las compras relacionadas con el mundo del deporte las gestiona él. El qatarí decidió comprar el Paris Saint-Germain (PSG) a mediados de 2011, un equipo del que es precisamente seguidor uno de sus grandes amigos, el Presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy. 

Desde que se concretó la adquisición del club por parte de la Autoridad de Inversiones de Qatar, el PSG ha hecho grandes fichajes como los de Javier Pastore, Diego Lugano y Mohamed Sissoko gracias a 80 millones de euros. Esta cifra podría aumentar si el deportista británico David Beckham acepta la oferta puesta sobre la mesa de 4 millones de dólares al año para que se incorpore a la plantilla.

Asimismo, con una población de 1.6 millones, de los cuales el 80 por 100 son extranjeros, Qatar ha conseguido superar todos los obstáculos y a candidatos de la talla de EEUU, Australia y Japón para organizar la Copa de Fútbol de 2022. Sin embargo, el emir qatarí ha revelado recientemente a The Guardian: “Tengo que admitir que no sé nada. No conozclo las normas. “Me gusta el deporte, por supuesto, pero no lo practico”, unas declaraciones un tanto desafortunadas.

Consciente del peso que está adquiriendo en Europa, el emir de Qatar no ha querido desaprovechar la oportunidad de hacer una curiosa petición: que el Tour de Francia empiece en 2016 en su país, algo insólito que está siendo estudiado por los responsables de la organización y los portavoces de los propios ciclistas.

Qatar, el pequeño emirato del Golfo Pérsico ha conseguido hacerse en apenas seis años con el control de las grandes empresas europeas. Despacito y con buena letra el jeque árabe Hamad bin Jalifa Al Thani ha sabido mover sus fichas para que lugares tan emblemáticos como Harrods o el Royal Savoy Hotel de Lausana estén bajo su control.