Las 'lideresas' del PP Esperanza Aguirre y Ana Botella se dejan los cuartos en el Rastrillo Nuevo Futuro

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ya lo veía venir. Por eso, minutos antes de acudir al Rastrillo Nuevo Futuro hizo una parada en un cajero automático con el fin de proveerse de efectivo para colaborar con la causa. Precavida que es una. Lo mismo debió de hacer Ana Botella, primera teniente de alcalde y delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, pues ambas llegaron tarde al acto de inauguración.

Tras pagar la correspondiente entrada, Aguirre se reunió con su compañera de partido a las puertas del Rastrillo. Allí les esperaba desde hacía un rato la infanta Pilar, presidenta de honor de Nuevo Futuro, quien pronto se convirtió en su cicerone a través de los puestos de antigüedades, bisutería y ropa, escrutados con detenimiento por las dos lideresas del Partido Popular, aunque cada una a su ritmo, y sin apenas coincidir.

Aguirre, condesa consorte de Murillo y Grande de España, empezó fuerte su periplo por los entresijos del Rastrillo. Ya en el primer puesto que visitó, uno de antigüedades, sustituyó las alfombras que solían formar parte de sus adquisiciones en el Rastrillo y se decantó por reservar un par de butacas estampadas que ascendían a 752 euros y que previsiblemente pasarán a formar parte muy pronto de la decoración de uno de los salones de la presidenta. Muy contenta con su compra, se dirigió a Botella con un "no están nada mal, ¿verdad?", a lo que la mujer de José María Aznar, que recientemente perdió a su padre, respondió "Está fenomenal".

Después de participar en una de las tómbolas del Rastrillo, en la que Aguirre escogió una bandeja con decoración navideña destinada al turrón, las dos damas populares realizaron unas compras en el puesto de la Asociación Española Contra el Cáncer. Mientras Ana Botella aprovechaba para adquirir unos jerseys para sus cuatro nietos, la presidenta de la Comunidad de Madrid hacía lo propio para su nieta. En su caso, optaba por una silla pequeña en color rosa, que consiguió tras una pequeña batalla con la dependienta, quien quiso endosarle una muñeca en un carrito de bebé. "Yo no quiero el cochecito, yo quiero la silla", reivindicaba Aguirre, mientras regalaba besos y fotos a sus simpatizantes a diestro y siniestro.

Pero, sin duda, lo que más llamó la atención de las lideresas fueron los broches y los collares. La condesa consorte de Murillo adquirió un par de broches con forma de mariposa al tiempo que Botella, a la que obsequiaron con un libro sobre Chile y otro sobre el Real Madrid, dejaba clara su intención de pasarse posteriormente por algunos puestos de joyas para hacerse con varios objetos.

Mientras tanto, la infanta Pilar esperaba pacientemente a que las dos mujeres hicieran sus compras y saludaran a propios y extraños. La única anécdota que protagonizó la hermana del Rey, que cojeaba igual que éste, fue cuando uno de los asistentes le señaló un libro sobre las reinas de España. La duquesa de Badajoz, quien muy diplomática zanjó la broma con un "yo no las conozco", prefirió llevarse a sus acompañantes a tomar un aperitivo y al almuerzo que se celebró posteriormente.

Famosos en el Rastrillo Nuevo Futuro

Como cada año, el Rastrillo ha comenzado a llenarse de caras conocidas desde el primer día. Mientras la extorera Cristina Sánchez, Sonsoles Díez de Rivera, Marujita Díaz y el padre Garralda se dejaban ver por los puestos, Fiona Ferrer, Silvia Casas, Nora de Liechtenstein y Fátima Guzmán ejercían de vendedoras en el de la Fundación Activa, presidida por esta última y de la que la princesa, condesa de Rietberg y marquesa viuda de Mariño es su presidenta de honor.

Es precisamente en el puesto de esta Fundación, que por cierto el 13 de diciembre organizará un concierto de Los Alpresa en Pachá, donde pueden encontrarse desde botellas de vino Acontia donadas por Fran Rivera, hasta pulseras de Rabat o aceite de oliva de la Finca La Paloma, pasando por las pulseras de la Virgen del Rocío que tantas veces han lucido la duquesa de Alba, Carolina Herrera o el propio Fran Rivera.