El hijo del conde de Siruela y su mujer hacen bisabuela a la duquesa de Alba

Jacobo Fitz-James Stuart, hijo del conde de Siruela y María Eugenia Fernández de Castro, y Asela Pérez Becerril, su esposa, están de enhorabuena. La pareja espera el nacimiento de su primer hijo para la próxima primavera. La noticia ha llenado de alegría a la familia Alba y a los Becerril, que ya han felicitado y han celebrado la buena nueva con el matrimonio. A sus 85 años, la duquesa de Alba dará la bienvenida al mundo el próximo año a su segundo bisnieto/a.

Mientras, Jacobo y Asela, sobrina de la que fuera alcaldesa de Sevilla, prosiguen con su día a día. Ambos regentan la galería de arte Espacio Valverde en Madrid, donde este jueves inaugurarán una nueva exposición sobre la obra de Clara Tassara Hoffmeyer, una joven fotógrafa. Allí festejarán con sus amigos más cercanos la buena nueva. El nieto artista y bohemio de la duquesa de Alba y la nieta de Juan Becerril, que fue presidente de las salas Cuarta y Sexta del Tribunal Supremo, se casaron el pasado mayo en los jardines del palacio de Liria de la capital.

Se trató de una ceremonia sencilla a la que acudieron unos 300 invitados y en la que la presencia de Alfonso Díez fue especialmente significativa, ya que su relación con los hijos de su actual mujer no era tan distendida como la que mantiene hoy por hoy. Fue el último acto en el que el padre del novio, el conde de Siruela, y su segunda mujer, la periodista Inka Martí, coincidieron con la duquesa de Alba, con la que el editor ha roto cualquier tipo de vínculo afectivo tras las polémicas declaraciones de ésta en las que afirmaba que su nuera era "mala" y "envidiosa".

Era la segunda vez en que la noble casaba a uno de sus nietos. El primero en hacerlo fue Javier Martínez de Irujo Hohenlohe, hijo del  duque de Aliaga, que contrajo matrimonio en septiembre de 2008 con Inés Domecq, actualmente en nómina en la agencia de comunicación de Ana Marchesi. Así pues, Jacobo y Asela han decidido despedir este año tan movido para la familia de nobles por todo lo alto y de la mejor forma posible: celebrando embarazo.