Enrique Ponce: "Ahora torearé menos para estar con las niñas"
Enrique Ponce está encantado con el nacimiento de su segunda hija, fruto de su matrimonio con Paloma Cuevas. A pesar de que el parto fue por
Enrique Ponce está encantado con el nacimiento de su segunda hija, fruto de su matrimonio con Paloma Cuevas. A pesar de que el parto fue por cesárea, el diestro ha reconocido que pudo participar en cierto modo en el momento del alumbramiento al cortar el cordón umbilical, hecho que le llena de orgullo.
Además, el diestro asegura que con la llegada de la pequeña Bianca a la familia dedicará más tiempo para estar con su familia: “Ahora torearé menos para estar con las niñas”, comentó a los medios de comunicación congregados a la salida de la Clínica Rúber Internacional, donde todavía continúa ingresada su mujer y el retoño.
Aunque trascurrió algo más de una década hasta que Enrique y Paloma se extremaran como padres con la llegada de su primera hija, Paloma, parece que la experiencia les ha gustado y han vuelto a repetir faena.
Llama la atención que Bianca haya sido el nombre que han elegido para bautizar a su nuevo bebé y Paloma para el primero, haciendo así un curioso juego de palabras, que deja patente la religiosidad de la que siempre hace gala la pareja, pues es un guiño a la Blanca Paloma.
“Prefiero que sea niña porque si es niño seguro que va para torero”, confesaba recientemente Paloma Cuevas a Vanitatis durante un acto celebrado en Marbella. Durante su segundo embarazo, que fue mejor que el primero, Cuevas también tuvo antojos. “Sí que tengo muchos. Es normal. Pero la verdad que no puedo pedir más, porque me miman y me cuidan mucho. Enrique es un súper padrazo. Estoy feliz con mi embarazo. Son mis dos bendiciones", decía hace unas semanas.
Enrique Ponce está encantado con el nacimiento de su segunda hija, fruto de su matrimonio con Paloma Cuevas. A pesar de que el parto fue por cesárea, el diestro ha reconocido que pudo participar en cierto modo en el momento del alumbramiento al cortar el cordón umbilical, hecho que le llena de orgullo.
Además, el diestro asegura que con la llegada de la pequeña Bianca a la familia dedicará más tiempo para estar con su familia: “Ahora torearé menos para estar con las niñas”, comentó a los medios de comunicación congregados a la salida de la Clínica Rúber Internacional, donde todavía continúa ingresada su mujer y el retoño.
Aunque trascurrió algo más de una década hasta que Enrique y Paloma se extremaran como padres con la llegada de su primera hija, Paloma, parece que la experiencia les ha gustado y han vuelto a repetir faena.
Llama la atención que Bianca haya sido el nombre que han elegido para bautizar a su nuevo bebé y Paloma para el primero, haciendo así un curioso juego de palabras, que deja patente la religiosidad de la que siempre hace gala la pareja, pues es un guiño a la Blanca Paloma.
“Prefiero que sea niña porque si es niño seguro que va para torero”, confesaba recientemente Paloma Cuevas a Vanitatis durante un acto celebrado en Marbella. Durante su segundo embarazo, que fue mejor que el primero, Cuevas también tuvo antojos. “Sí que tengo muchos. Es normal. Pero la verdad que no puedo pedir más, porque me miman y me cuidan mucho. Enrique es un súper padrazo. Estoy feliz con mi embarazo. Son mis dos bendiciones", decía hace unas semanas.