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Se cumple el sueño africano del empresario Alberto Cortina y su esposa Elena Cué
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Se cumple el sueño africano del empresario Alberto Cortina y su esposa Elena Cué

Se cumple el sueño africano de Alberto Cortina. El acaudalado empresario acaba de hacerse, a través de la empresa SP Mining, de la que es socio,

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Se cumple el sueño africano del empresario Alberto Cortina y su esposa Elena Cué

Se cumple el sueño africano de Alberto Cortina. El acaudalado empresario acaba de hacerse, a través de la empresa SP Mining, de la que es socio, con la explotación minera de 130.000 kilómetros cuadrados en el país africano de Chad, tal y como ha trascendido. Con este acuerdo, valorado en más de 20 millones de euros, el ex de Alicia Koplowitz, marquesa de Bellavista, se lanza a la busca de oro, zinc, cobre y diamantes en una de las reservas más importantes del mundo. Así Cortina, al igual que su actual esposa, la enigmática Elena Cué, se acerca más a África, continente de naturaleza en estado puro, del que el poderoso matrimonio es un auténtico enamorado.

 

Hace unos años, durante un viaje a Laikipia, una extensa zona en el corazón de Kenia repleta de granjas y propiedades de familias blancas que buscan la tranquilidad a la sombra de las cimas nevadas, Cué, excampeona de España en tiro de pichón, se quedó prendada de la inmensa finca de la familia Wildenstein en la falda del Monte Kenia: Ol Jogi. Una granja con todo lujo de detalles que cuenta con 500 kilómetros de caminos, 200 viviendas, 55 lagos artificiales y unos 400 empleados, que viven en el recinto de 26.000 hectáreas con sus respectivas familias. Cortina compró en 2007 el 50% de la propiedad al comerciante de arte francés Alec Wildenstein, esposo de la operadísima Jocelyn Wildenstein, por 14 millones de euros.

 

La finca sería el mejor de los regalos para celebrar diez años de unión con su esposa. Pero, tras el trágico fallecimiento del marido de Dianne, hija y heredera de la finca, en un accidente de avión y la del propio patriarca más tarde, los beneficiarios de la millonaria fortuna decidieron deshacerse de Cortina. Tras varios años de batalla judicial, el exmarido de Esther Koplowitz y Marta Chávarri accedió a devolver su 50% y dijo adiós a su sueño africano. 

 

Elena Cué se quedó con las ganas de encarnar a la escritora Karen Blixen, a pesar de la insistencia de su marido por parecerse, un poquito aunque fuera, al célebre Robert Redford, aunque ahora con el millonario contrato que el empresario acaba de firmar no hay nada perdido. ¿Quién sabe si durante esos periodos de búsqueda de piedras preciosas, ambos acaben encontrando un lugar donde establecer su hogar africano.

 

La poderosa pareja está volcada en la nueva institución filantrópica que han fundado bajo el nombre de Fundación Alberto y Elena Cortina. Una fundación con especial dedicación a la infancia, cuya partida de capital ha sido de 200.000 euros, desembolsados por ambos fundadores.

Se cumple el sueño africano de Alberto Cortina. El acaudalado empresario acaba de hacerse, a través de la empresa SP Mining, de la que es socio, con la explotación minera de 130.000 kilómetros cuadrados en el país africano de Chad, tal y como ha trascendido. Con este acuerdo, valorado en más de 20 millones de euros, el ex de Alicia Koplowitz, marquesa de Bellavista, se lanza a la busca de oro, zinc, cobre y diamantes en una de las reservas más importantes del mundo. Así Cortina, al igual que su actual esposa, la enigmática Elena Cué, se acerca más a África, continente de naturaleza en estado puro, del que el poderoso matrimonio es un auténtico enamorado.

Elena Cué