Marichalar y Juan Abelló, fiesta en Roma con avión privado

Desde que se separó de la infanta Elena, Jaime de Marichalar ha mantenido un perfil público bajo y, salvo excepciones, no suele aceptar invitaciones que le conviertan en carne de photocall. Incluso cuando viaja a París para los desfiles de la firmas del magnate Bernard Arnault, para el que trabaja, procura escaquearse en cuanto se encuentra con prensa española. 

En Madrid sí es habitual en las recepciones en la embajada francesa que organiza su amigo Bruno Delaye y donde coincide con sus incondicionales como Marisa de Borbón, Cristina March o Ana Gamazo, mujer de Juan Abelló, con el que también mantiene una buenísima relación. De hecho, en uno de los primeros veranos como hombre soltero le arroparon en su casa de Marbella, cuando los que le habían bailado el agua como duque consorte le dejaron tirado.

Hace unos días, Marichalar volvió a compartir reunión festiva con Abelló en Roma, ciudad a la que viajó en avión privado. El motivo del festejo fue la inauguración de la nueva casa que el multimillonario Robert Balkany ha comprado en Roma y para enseñarla a sus ochenta íntimos decidió celebrarlo por todo lo alto abriendo sus salones.

Marichalar no solo mantiene una excelente relación con el que también es uno de los mejores amigos del Rey, sino que es socio en varias de sus empresas, fichaje que se remonta a noviembre de 2004 cuando le nombró consejero. Una de ellas, Sociedad General  Inmobiliaria, está especializada en la gestión de centros comerciales como La Vaguada y Plaza Norte, en Madrid, y Gran Vía, en Barcelona.

Robert Balkany, el homenajeado de la velada romana, estuvo casado con María Gabriela de Saboya, hija de los reyes de Italia, que compartieron exilio con los condes de Barcelona en Portugal y que además fue una de las primeras novias oficiales de don Juan Carlos.