Una boda improvisada para evitar a la prensa

La exclusiva lista de invitados del enlace de Telma Ortiz incluía a políticos y empresarios, así como la distinguida asistencia de los príncipes de Asturias. Se suponía que se iba a convertir en uno de los acontecimientos sociales más relevantes de este verano. Pero no ha sido así.

La hermana de doña Letizia, conocedora de la expectación mediática despertada por su próxima boda, ha preferido casarse de improviso este viernes y con un número reducido de invitados con tal de dar esquinazo a la prensa.

Ningún familiar de Telma estuvo con ella cuando le dio el ‘sí, quiero’ a Jaime del Burgo, según cuenta la prensa local. Ni siquiera la de su hermana Letizia, que el día anterior había tenido un acto en La Rioja y a la que se siente especialmente unida desde la muerte de Erika. Telma prefirió caminar hasta el altar sin su familia y con muletas, debido a su reciente operación de rodilla, a ver como su boda se inundaba de fotógrafos en busca de su imagen.

Este enlace improvisado, que incluso cogió por sorpresa a varios familiares Del Burgo, se celebró el viernes por la tarde, horas después de que la novia aterrizase, junto a su hija Amanda, en el aeropuerto de Pamplona. El lugar elegido, pese a que todo apuntaba a que la pareja había elegido Roma, ha sido el monasterio de Leyre, a cincuenta kilómetros de Pamplona y alejado de los flashes de los paparazzi.

El viernes por la noche, el Restaurante Castillo de Gorraiz, situado en una de las urbanizaciones de lujo de las afueras de Pamplona, se convirtió en el local elegido por la familia política de Telma para organizar el peculiar banquete, tal y como adelantó Vanitatis.

Quiénes más destacaron, además de los novios, fueron los padres de Jaime del Burgo, Jaime Ignacio, expresidente de la Comunidad Navarra y Blanca Azpiroz, de la que se ha publicado que no estaba muy convencida del matrimonio de su hijo con la cuñada del príncipe de Asturias.

Carta abierta de Jaime del Burgo

Para enfatizar este desaire a la prensa, Jaime del Burgo, ya como marido de Telma Ortiz, envió una carta abierta a la edición de este domingo de El Mundo. En este texto, que ha sorprendido tanto a los medios comunicación como a los lectores, quiso romper una lanza a favor del derecho a la intimidad de la hermana de doña Letizia. “Ha hecho lo imposible en defensa de su derecho al honor, a la intimidad y a su propia imagen”, escribió el empresario. “Ha librado su particular batalla contra la podredumbre mediática que se ha ido extendiendo en la España cainita”.

Además de criticar la labor de los paparazzi y de la prensa de la crónica social, “que funciona como una mafia”, destacó que esta persecución “sufrida por Telma y otros miembros de su familia, aunque ya no estén aquí para contarlo” les ha llevado a establecer su residencia en Londres, donde trabaja desde hace varios años. “Ojalá hayamos puesto punto y final haciendo suya mi residencia en el extranjero”, cuenta Jaime del Burgo.

Esta decisión explicaría por qué Telma Ortiz abandonó su puesto hace unas semanas en el Ayuntamiento de Barcelona, donde trabajaba como subdirectora de Relaciones Internacionales desde 2009. Ahora todo apunta a que emprenderá una nueva vida.