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Los 60.000 euros que 'reventaron' la boda secreta de Telma Ortiz
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Los 60.000 euros que 'reventaron' la boda secreta de Telma Ortiz

El secretismo que ha rodeado la boda de la hermanísma Telma Ortiz con el abogado Jaime del Burgo se ha puesto en entredicho a primera hora

El secretismo que ha rodeado la boda de la hermanísma Telma Ortiz con el abogado Jaime del Burgo se ha puesto en entredicho a primera hora de este miércoles, nada más ver la portada de la revista Hola. Pese a que el enlace pillaba por sorpresa a propios y extraños, incluidos los hermanos del novio, que no supieron de la buena nueva hasta la tarde del mismo día que tuvo lugar la ceremonia, la publicación salía al kiosko con fotos exclusivas, en las que los recién casados salían del monasterio de Leyre acompañados de los pocos asistentes a la celebración. El vestido de Telma, los cariñosos abrazos del abad de Leyre y de un sacerdore tafallés amigo de la familia Del Burgo y la sonrisa de la pareja protagonizan unas instantáneas por las que, según han confirmado a Vanitatis, se han pagado 60.000 euros y que no han estado exentas de polémica en lo que al modus operandi se refiere.

La boda se había fraguado en el más absoluto de los secretos y con una improvisación tan extrema que ni siquiera contó con la asistencia de la familia de la novia. Ni la princesa Letizia, ni sus padres ni sus abuelos presenciaron el sí, quiero de Telma Ortiz. Incluso, varios familiares de Jaime del Burgo habían reservado hospedaje para el 7 de julio en un lugar próximo a Roma, donde en principio iba a celebrarse el enlace. Todos los esfuerzos de los novios para enmarcar su boda en un halo de misterio estuvieron encaminados a evitar a la prensa, algo que finalmente no lograron, ya que, según ha podido saber Vanitatis, dos agencias se enteraron de la presencia del ya matrimonio en el monasterio de Leyre y se presentaron en el lugar dispuestos a hacerse con las buscadas fotografías, aún sin saber que correspondían a una boda secreta.

No hubo chivatazo, ni 'posado robado'. Todo se desarrolló de una forma natural: fuentes del entorno más cercano de Telma Ortiz, unidas a la labor de seguimiento continuo de los fotógrafos a la cuñada de don Felipe posibilitaron que las dos agencias referidas se encontrasen en el enclave elegido para la improvisada boda y, mediante un pool, vendieran conjuntamente un beneficioso reportaje fotográfico.

Dos días después, El Mundo publicaba una carta abierta del hijo del expresidente navarro en la que, entre otras cosas, defendía a su ya esposa y criticaba duramente a la prensa de la crónica social y la labor de paparazzi como los que horas antes habían reventado su secreta boda. Quizá este hecho fuese la puntilla que llevó a Jaime del Burgo a escribir al periódico de Pedro J. Ramírez.

¿Pedida de mano en Barcelona?

Durante los días previos a la boda, Telma Ortiz, su hija y su pareja se reunieron en Barcelona con los padres de ella, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano. Allí se dejaron ver muy sonrientes paseando por las calles de la Ciudad Condal en lo que algunos calificaron de presentación oficial o incluso de pedida de mano. En cualquier caso, lo llamativo del caso es que, según ha podido saber este medio, existen pruebas gráficas de ese encuentro que, sin embargo, no han visto la luz, ya que ninguna publicación las ha querido comprar. pese a que se trata de unas fotografías de gran calidad y de cierto interés informativo.

El secretismo que ha rodeado la boda de la hermanísma Telma Ortiz con el abogado Jaime del Burgo se ha puesto en entredicho a primera hora de este miércoles, nada más ver la portada de la revista Hola. Pese a que el enlace pillaba por sorpresa a propios y extraños, incluidos los hermanos del novio, que no supieron de la buena nueva hasta la tarde del mismo día que tuvo lugar la ceremonia, la publicación salía al kiosko con fotos exclusivas, en las que los recién casados salían del monasterio de Leyre acompañados de los pocos asistentes a la celebración. El vestido de Telma, los cariñosos abrazos del abad de Leyre y de un sacerdore tafallés amigo de la familia Del Burgo y la sonrisa de la pareja protagonizan unas instantáneas por las que, según han confirmado a Vanitatis, se han pagado 60.000 euros y que no han estado exentas de polémica en lo que al modus operandi se refiere.