Sastrón, Sergi Arola y Lorenzo Caprile comparten en Madrid su pasión por los superhéroes

El Caballero oscuro levanta pasiones. También entre los VIP patrios, que este miércoles por la noche se agolpaban a las puertas de los Cines Callao de Madrid sólo para ser de los pocos privilegiados en ver antes del día de su estreno la tercera película de Batman, que cierra la trilogía de Christopher Nolan. El Caballero oscuro: la leyenda renace congregó a rostros conocidos de gremios dispares, como el cocinero Sergi Arola, el arquitecto Joaquín Torres, el diseñador Lorenzo Caprile (que se confesó un auténtico seguidor de los superhéroes) o el ex de Simoneta Gómez Acebo, José Miguel Fernández Sastrón.

Precisamente este último no parece atravesar su mejor momento personal después de los últimos rumores que le relacionaban con la bailaora Aída Gómez, unas informaciones que han hecho mella en la relación del compositor con la extremeña Susana Aunión, según ha podido saber Vanitatis. Con todo, además de tratar de evadirse acudiendo a la premiere de la semana, tiene previsto marcharse un par de semanas de vacaciones a Palma con los hijos que tiene con la sobrina de don Juan Carlos.

El estreno de la cinta de Nolan congregó además a actores como Laura Pamplona, Gonzalo Ramos, Ana Fernández, Alberto Amarilla, Octavi Pujades, Elia Galera, Adriá Collado, Giselle Calderón, Cristina Urgel, Cristina Brondo, Norma Ruiz, Aura Garrido o Ana Turpin. Tampoco se quisieron perder el evento Noelia López, Sandra Barneda, Miriam Díaz Aroca, Eugenia Ortiz Domecq, Lorena Van Heerde, Juan Peña, Carmen Alcayde, Josep Lobató, Enrique del Pozo, o Luis Larrodera, entre otros.

La anécdota de la velada la protagonizó Caprile, que llegó a la premiere cuando la película estaba a punto de empezar y los operarios casi andaban afanados en recoger la alfombra negra del photocall. Sofocado y sin tiempo para atender a los medios (mucho menos para posar), el modisto no dudó en hacerse con una coca cola justo antes de que diera comienzo la proyección, no sin antes lidiar con una de las vendedoras de palomitas por haberle devuelto mal el cambio. Que la crisis es la crisis, aunque seas uno de los de los diseñadores que viste a la princesa de Asturias.