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Francisco Rivera ‘entra a matar’: demanda a Eugenia Martínez de Irujo por la custodia de su hija
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Francisco Rivera ‘entra a matar’: demanda a Eugenia Martínez de Irujo por la custodia de su hija

Se acabó la paz entre Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera. Se separaron hace diez años. Fue un divorcio de mutuo acuerdo donde no hubo

Foto: Francisco Rivera ‘entra a matar’: demanda a Eugenia Martínez de Irujo por la custodia de su hija
Francisco Rivera ‘entra a matar’: demanda a Eugenia Martínez de Irujo por la custodia de su hija

Se acabó la paz entre Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera. Se separaron hace diez años. Fue un divorcio de mutuo acuerdo donde no hubo mayores sobresaltos que los habituales cuando se rompe un proyecto de vida en común. Se firmó un convenio regulador donde el asunto principal eran las cuestiones relacionadas con la hija, ya que se casaron con separación de bienes y por lo tanto no había nada que repartir.

A diferencia de otros divorcios, el suyo fue ejemplar y su relación también lo ha sido durante todo este tiempo. Pero ahora las cosas podrían cambiar al haber interpuesto Francisco Rivera una demanda contra su ex solicitando la guardia y custodia de Cayetana, su hija, como informó el periodista Juan Luis Galiacho y ha confirmado a Vanitatis el propio torero. “Es cierto, pero no voy a dar detalles porque es un tema privado relacionado con una menor”, ha asegurado.

El motivo de la demanda tiene su origen en la decisión de Rivera de abandonar su domicilio madrileño de Somosaguas y trasladarse a Sevilla, y así se lo comunicó a su exmujer, que en un principio no tuvo nada que objetar, porque a ella ya no le incumbe donde viva el padre de su hija siempre que no afecte el ritmo de vida de la niña. De hecho, como confirman a Vanitatis desde el entorno familiar, “nunca se ha cumplido estrictamente el régimen de visitas y siempre que Francisco ha querido que la niña estuviera con él, Eugenia no ha puesto impedimentos. Y esto viene sucediendo desde la separación”.

Cayetana Rivera está a punto de cumplir trece años y por lo tanto su opinión se tendrá en cuenta en el proceso, aunque pesará el bien del menor. El año pasado la hija estudió en un internado en Reino Unido y nunca se planeó un cambio de domicilio. Es más, para que no hubiera problemas a la hora de incorporarse en septiembre al Colegio Británico de Madrid se pagaron todas las mensualidades y la matrícula. Era una forma de mantener la plaza asegurada. No había discrepancia en ese sentido. De ahí la sorpresa por parte de Eugenia cuando su ex le comunicó su deseo de que la niña se fuera a vivir con él a la casa que ha comprado en Sevilla y que comparte con su novia Lourdes, con la que parece tiene intención de casarse muy pronto.

La madre no se opone a que pase el tiempo necesario con el padre y así ha sido siempre, pero no está de acuerdo en que en mitad de un proceso educativo se la cambie de colegio, de residencia, de entorno familiar y de amigos, algo que puede resultar perjudicial para la vida emocional de una adolescente. Y en esto radican las desavenencias y la oposición de Eugenia, que ha motivado la demanda del torero.

Habrá una vista oral antes de que termine el mes y puede ser que se adopten medidas provisionales dependiendo de la decisión del juez. Si no hay un acuerdo entre las partes, en septiembre será el juicio en el Juzgado de Familia de Madrid, el mismo en el que en su día se dictó la sentencia de divorcio del matrimonio. Dicen en su entorno que Eugenia Martínez de Irujo está muy molesta con su ex, pero que confía en que no haya que llegar a enfrentamientos judiciales.

Se acabó la paz entre Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera. Se separaron hace diez años. Fue un divorcio de mutuo acuerdo donde no hubo mayores sobresaltos que los habituales cuando se rompe un proyecto de vida en común. Se firmó un convenio regulador donde el asunto principal eran las cuestiones relacionadas con la hija, ya que se casaron con separación de bienes y por lo tanto no había nada que repartir.

Francisco Rivera