Borja Thyssen celebra su cumpleaños en alta mar

Borja Thyssen celebró su treinta y dos cumpleaños navegando por aguas del Mediterráneo con su mujer, sus hijos y unos amigos, según han confirmado a Vanitatis. El barco atracó en la isla balear de Formentera, donde pasaron un día de playa para regresar después a Ibiza, donde la familia Thyssen-Cuesta tiene su cuartel general. Desde que vendieron su casa allí, el matrimonio prefiere alquilar un chalet con servicio y todo incluido, y así se quitan de líos.

La isla es para ellos un destino estival obligado y ningún verano han fallado. Cuando las relaciones filiales eran buenas, compartían con Tita Cervera jornadas marineras en el Mata Mua, su mega yate. Carmen siempre dormía en el barco y la pareja solía instalarse en su casa, aunque tenían preparado su camarote. Una vez que el joven decidió casarse se acabó, pues llegaron los desencuentros de su madre con Blanca. Cuando Borja se enfrentó a ella se cerró el capítulo de los afectos ibicencos.

Este año, como el anterior, no hubo noticias de la baronesa, aunque se suponía que Tita  estaba dispuesta a un reencuentro con el hijo querido. No solo no ha sucedido, sino que tampoco hubo llamada de happy birthday, tal y como narran fuentes cercanas a la familia a este medio.

Carmen Cervera sigue manteniendo que es imposible la comunicación con Borja y el hijo ya ha declarado públicamente y en varias ocasiones que sigue teniendo el mismo número de teléfono. Asegura que de todo su entorno familiar, amistoso y profesional, ella es la única que no le puede localizar y el resto del mundo sí. El regalo para Borja hubiera sido hacer las paces con su madre. Esta vez se tuvo que contentar con un reloj que le ofreció su chica.