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De famosos a dj’s de moda: reinventarse o morir
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De famosos a dj’s de moda: reinventarse o morir

En tiempos de crisis hay que reinventarse. Esto lo sabe bien aquel que encuentra dificultades a la hora de hallar un puesto de trabajo afín a

En tiempos de crisis hay que reinventarse. Esto lo sabe bien aquel que encuentra dificultades a la hora de hallar un puesto de trabajo afín a su trayectoria laboral, viéndose obligado a probar suerte en otros terrenos. Es el caso de la actriz iconoclasta Rossy de Palma, que ha pasado de ser un rostro habitual en el cine español de la mano del cineasta manchego Pedro Almodóvar a convertirse en discjockey en las discotecas de moda.

Como ya publicó Vanitatis el pasado mes de febrero, a la intérprete le cuesta encontrar un papel por pequeño que sea, ya sea cinematográfico o televisivo. Esto le impide hacer frente al pago de la “gran hipoteca” que lleva a sus espaldas. Y así, ni corta ni perezosa, anunció su intención de cambiar de aires pasando de los set de rodajes a las discotecas y cambiando los guiones por los platillos y los vinilos.

Su primera experiencia como alma de la fiesta fue en la sala Jump! de Barcelona, donde puso ritmo a la noche de los jueves junto a otros rostros conocidos como David Delfín, Bimba Bosé, Nawja Nimri o Vinila Bon Bismark. Tal ha sido su éxito, que Rossy ha dado el gran salto siendo contratada como maestra de ceremonias por la prestigiosa Space de Ibiza, donde cada sábado es la encargada de descubrir las exóticas estancias del Motel Café Olé a sus clientes.

Más famosos dando la nota

Rossy de Palma no es la única representante de la Movida Madrileña que se ha apuntado a la moda de ser dj. Dos grandes amigos de la actriz como son Alaska y Mario Vaquerizo también se han apuntado a la moda de amenizar las fiestas más exclusivas como sus temazos más bailables. En el caso de esta televisiva pareja de cantantes su misión es algo más sencilla, ya que tal y como mostraron en uno de los capítulos de su famoso reality show, momentos antes de salir de casa hacia la discoteca de turno, el matrimonio selecciona alguno de sus temas favoritos y, una vez allí, dan al play y a bailar.

Polémica ha sido la incursión de Kiko Rivera, hijo de la tonadillera Isabel Pantoja, en el mundo de la música electrónica. La controversia no ha venido sólo de la mano de sus sonados playbacks –como el realizado durante la gala en directo de Gran Hermano-, sino porque gracias a su imagen de amante de los placeres de la noche ha conseguido rentabilizar de tal forma su nueva faceta, que ganará este verano más como dj que el presidente del Gobierno Mariano Rajoy en todo el año. Su caché es tal, que una hora y media pinchando en unas fiestas patronales le granjean casi 10.000 euros.

No es el único hijo de famoso que ha sacado provecho a su condición. Sofía Cristo, hija de la vedette Bárbara Rey y del circense Ángel Cristo, también ha explotado con éxito su faceta como pinchadiscos. Sofía Dj, como así se hace llamar artísticamente, ha hecho bailar a miles de personas en salas repartidas por toda la geografía española. Su última aventura como discjockey ha sido calentar los motores del concierto ofrecido por Pitbull el pasado mes de julio en Gran Canaria, donde consiguió “darlo todo” como ella misma afirmó en su momento.

Fonsi Nieto es otro de los aventureros que se han lanzado a poner ritmo a las pistas de baile. Después de que decidiese poner fin a su carrera en el mundo del motociclismo, el sobrino de Ángel Nieto está probando fortuna como dj. Por el momento, su nombre no está sonando con mucha fuerza en este mundo, pero ya ha conseguido hacer algún que otro pinito amenizando alguna fiesta como la organizada por Playboy el año pasado.

Las celebrities también se ponen a pinchar

A finales del año pasadoVanitatis publicó la última fechoría de la famosa heredera Paris Hilton: contrató a David Guetta como profesor particular para convertirse en dj. Su humilde intención era “convertirse en la mujer más poderosa de la música house de todos los tiempos”. Para tal propósito, la celebritie ha viajado por todo el mundo junto a prestigiosos dj’s para obtener de ellos los conocimientos prácticos y necesarios para encumbrarse como la mejor en este ámbito.

Mientras tanto, Pierre, el hijo de Nicolás Sarkozy, está cobrando una verdadera millonada por pinchar en las fiestas más exclusivas de Francia. De ser la ‘oveja negra’ de la familia, el joven ha conseguido destacar y hacerse un merecido hueco en el sector.

En tiempos de crisis hay que reinventarse. Esto lo sabe bien aquel que encuentra dificultades a la hora de hallar un puesto de trabajo afín a su trayectoria laboral, viéndose obligado a probar suerte en otros terrenos. Es el caso de la actriz iconoclasta Rossy de Palma, que ha pasado de ser un rostro habitual en el cine español de la mano del cineasta manchego Pedro Almodóvar a convertirse en discjockey en las discotecas de moda.