Alfonso Díez cumple como duque de Alba un año después de su boda
Cuando se descubrió el noviazgo de Alfonso Díez con la duquesa de Alba, nadie daba un duro por esa peculiar relación. Y no era por la diferencia
Cuando se descubrió el noviazgo de Alfonso Díez con la duquesa de Alba, nadie daba un duro por esa peculiar relación. Y no era por la diferencia de edad, que a la inversa se da por buena. Se desconocía que Cayetana, a sus años, tuviese ganas de abrirse de nuevo al amor. Una situación emocional muy complicada, porque en aquel momento la salud de la duquesa dejaba mucho que desear.
Era una dama octogenaria con problemas de motricidad, muy sola y con pocas ilusiones. Los hijos, como es natural, tenían su vida y, aunque se turnaban, Cayetana pasaba tiempo sin compañía. Una situación que tan solo salvaba la dedicación a tiempo parcial de Carmen Tello, Marta Talegón y las hermanas Cobo.
En la vida de la duquesa todo cambio la tarde en que el funcionario coincidió con ella y con su secretaria Lola en la puerta de un cine. Se saludaron efusivamente porque el hermano de Alfonso, Pedrusco, era muy amigo de Jesús Aguirre y solían visitar la almoneda que este regentaba en la zona de Ríos Rosas.
Durante esos cuatros años, Alfonso Díez tuvo que enfrentarse a la incomprensión mediática, de los hijos y de algunos amigos que pensaban que el funcionario era un aprovechado que buscaba beneficiarse de la soledad de Cayetana. El tiempo ha sido el mejor aliado del duque de Alba. No sólo ha demostrado su cariño por la Grande de España, sino que durante ese tiempo y hasta que contrajo matrimonio ha conseguido averiguar cuál es su lugar. La duquesa tuvo a sus hijos en contra durante mucho tiempo.
La decisión de Cayetana de repartir en vida su herencia resolvió muchos de los recelos de sus vástagos. Un año después de la boda sevillana que fue portada nacional y noticia en diarios intencionales, la señora de Díez es feliz. Ahora, a Alfonso Díez el puesto de tercer duque de alba no le viene grande.
Cuando se descubrió el noviazgo de Alfonso Díez con la duquesa de Alba, nadie daba un duro por esa peculiar relación. Y no era por la diferencia de edad, que a la inversa se da por buena. Se desconocía que Cayetana, a sus años, tuviese ganas de abrirse de nuevo al amor. Una situación emocional muy complicada, porque en aquel momento la salud de la duquesa dejaba mucho que desear.