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La cúpula del PSOE arropa a José Bono en la presentación de sus memorias
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La cúpula del PSOE arropa a José Bono en la presentación de sus memorias

Antiguo y Nuevo Testamento del Partido Socialista se unieron ayer, en el Hotel Intercontinental de Madrid, para arropar al ex presidente del Congreso, José Bono, en

Antiguo y Nuevo Testamento del Partido Socialista se unieron ayer, en el Hotel Intercontinental de Madrid, para arropar al ex presidente del Congreso, José Bono, en la presentación pública de sus memorias. Los dos ex presidentes del Gobierno socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y su sucesor al frente del sillón de Pablo Iglesias, Alfredo Pérez Rubalcaba, se fotografiaron junto a quien pudo ser también aspirante a La Moncloa y se quedó por el camino en aquel 35 Congreso del PSOE del año 2000 en el que ‘Bambi’ Zapatero acabó apeándole. “Otro al que tenía menos respeto me acabó dejando fuera de juego”, confesaba, tirando de acidez y de ironía el político reconvertido en ‘diarista’. Pasado y presente de Ferraz se dieron ayer la mano en un acto al que solo faltó el que antaño fuera “vicedios” Alfonso Guerra (Bono dixit).

Claro que Guerra ni estaba, ni se le esperaba, pues este libro no es más que el resultado de los diarios políticos que el ex presidente manchego comenzó a redactar en 1992 el mismo día en el que rompió para siempre con el ex vicepresidente del Gobierno, atrincherado entonces en Ferraz tras su salida del Gobierno por el caso Juan Guerra. “El 8 de abril de 1992 salí de un convento en el que profesaba con rigor y obediencia, el guerrismo”, recordó ayer Bono.

El retrato de Guerra, protagonista entonces de la guerra soterrada por el control del poder socialista entre los renovadores y los guerristas (qué tiempos aquellos), es quizá uno de los personajes peor parados de las memorias de Bono, pese a que él le reconozca otros méritos como hacedor y consumador de las grandes victorias electorales del PSOE o del acatamiento socialista de la monarquía. “Algunos dirán que a Guerra no se le trata bien. Yo he contado mi verdad”, explicó.

González, que fue el primero en abandonar el acto por razones personales (estaba enfermo, según dijo Bono), aparece citado en 721 ocasiones en este primer tomo de las memorias y siempre, dijo ayer el manchego, positivamente. “Queda bien siempre, no podía ser de otra manera. He tenido la suerte de aprender de aquellas ejecutivas en las que incluso se votaba y en las que él también perdió alguna votación”.

Bono contó que Felipe siempre le inspiraba respeto cuando comenzó su andadura política en 1976, cuando su máxima preocupación era que González no estuviera presente cuando él tomase la palabra en el hemiciclo del Congreso. Zapatero nunca le inspiró ese respeto, pero hacia él tuvo, eso sí, unas palabras más afectuosas al cierre de su discurso: “De los políticos que he conocido, has sido el más humano”. Y le volvió a agradecer que le fichase como ministro de Defensa, que le permitiese largarse cuando él quiso y que lo repescase, años después, para la presidencia del Congreso de los Diputados. De Rubalcaba, por su parte, quien finalmente ha heredado a todos, no dijo nada.

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La presentación del libro no fue tan multitudinaria como su célebre toma de posesión como ministro de Defensa, pero por allí se dejaron ver políticos y empresarios afines al ex presidente manchego. Entre ellos, discretamente oculto tras unas gafas oscuras, estaba también Alfredo Urdaci, director de comunicación del constructor Francisco el Pocero.

Por la parte empresarial acudió el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galan, que se sentó junto a Natalia Figueroa, consuegra de Bono. Entre los políticos no hubo dirigentes del Partido Popular, pero sí de la extinta UCD como Marcelino Oreja, o de Ciutadans, como Albert Rivera. Y, por supuesto, del PSOE. Entre otros, el portavoz en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, el ex ministro del Interior, Antonio Camacho, el alcalde de Toledo, Emiliano García Page, la ex ministra Cristina Garmendia, el ex fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, la ex presidenta de Hispasat, Petra Mateos o el ex presidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó.

Antiguo y Nuevo Testamento del Partido Socialista se unieron ayer, en el Hotel Intercontinental de Madrid, para arropar al ex presidente del Congreso, José Bono, en la presentación pública de sus memorias. Los dos ex presidentes del Gobierno socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y su sucesor al frente del sillón de Pablo Iglesias, Alfredo Pérez Rubalcaba, se fotografiaron junto a quien pudo ser también aspirante a La Moncloa y se quedó por el camino en aquel 35 Congreso del PSOE del año 2000 en el que ‘Bambi’ Zapatero acabó apeándole. “Otro al que tenía menos respeto me acabó dejando fuera de juego”, confesaba, tirando de acidez y de ironía el político reconvertido en ‘diarista’. Pasado y presente de Ferraz se dieron ayer la mano en un acto al que solo faltó el que antaño fuera “vicedios” Alfonso Guerra (Bono dixit).

José Bono