Telma Ortiz se muda a Madrid y busca colegio para su hija

Telma Ortiz se mueve por impulsos. Después de tres años en Barcelona ha decidido mudarse a Madrid. En los últimos días, los paparazzi de la Ciudad Condal habían dejado de hacer guardia ante las puertas del exclusivo colegio trilingüe St Paul’s School porque no había rastro de Telma. 

Su hija Amanda sí que acudía a clase. La recogían algunas amigas de su mediática mamá o incluso Marc Gené, el expiloto de Fórmula 1 que también lleva a sus hijos al prestigioso centro y con quien se llegó a vincular sentimentalmente a la cuñada de la princesa. Pero como la ley de protección del menor advierte que no se puede fotografiar a los pequeños si no están acompañados de sus progenitores, los fotógrafos desistieron en su intento.

Lo que no sabían es que Telma había trazado un plan para esquivarles mientras arreglaba todo el papeleo para instalarse más cerca de su hermana Letizia quien, según se cuenta, es la que le asesora en la sombra en su problemática relación con los medios de comunicación.

Los primeros rumores apuntaban a que Telma había buscado cobijo en territorio de la Zarzuela, pero como la situación no está para echar más leña al fuego, la joven ha contado con la ayuda de parte de su familia y de su marido, Jaime del Burgo quien, desde la distancia –por motivos laborales se encuentra entre Nueva York y Londres-, le ha asesorado para elegir un bonito apartamento de alquiler en la zona más noble de la capital.

Pero la situación se complica por momentos. Amanda tiene problemas para encontrar una nueva escuela. Tras su boda, Telma, su hija y Jaime tenían pensado irse a vivir a Nueva York, donde ya habían reservado plaza en un elitista colegio en el exclusivo Upper East Side de Manhattan, área donde estudiaban Carolina y John John Kennedy, hijos de la fallecida Jacqueline. Pero a petición del padre de la criatura, el abogado toledano Enrique Martín Llop, un juez denegó que Amanda residiera fuera de España y madre e hija tuvieron que volver. Al menos esa es la versión oficial.

Con tantos vaivenes en su vida profesional y personal, Telma tiene un nuevo dilema: No encuentra una buena escuela en Madrid para su hija. Y no es porque en la capital no haya centros exclusivos, es que el plazo de matriculación ya ha acabado y, según ha podido saber Vanitatis, la sede del St. Paul’s en Madrid cerró sus inscripciones hace ya seis meses.