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Julio Iglesias justifica su actuación ante el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang
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Julio Iglesias justifica su actuación ante el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang

Julio Iglesias protagonizó, el pasado lunes en Malabo, un concierto ante Teodoro Obiang, vicepresidente de Guinea Ecuatorial y conocido dictador.  A pesar de las críticas y

Foto: Julio Iglesias justifica su actuación ante el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang
Julio Iglesias justifica su actuación ante el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang

Julio Iglesias protagonizó, el pasado lunes en Malabo, un concierto ante Teodoro Obiang, vicepresidente de Guinea Ecuatorial y conocido dictador.  A pesar de las críticas y advertencias de las ONG Human Rights Wacht y EG, que consideraban inadecuado el concierto, el intérprete de La vida sigue igual cantó en ante el clan Mongomo, el que controla casi todos los cargos políticos y administrativos del país. Los Mongomo eran  prácticamente los únicos habitantes del país que podían permitirse el precio de las entradas, que según el diario El País, representan el sueldo de dos años de los guineanos, que viven con un euro al día. De hecho, la entrada más barata del concierto costaba la friolera de 80 euros.

El cantante ha justificado al diario El País su polémica actuación, asegurando que, por ejemplo, nadie le había advertido acerca de los problemas con la justicia del hijo del dictador, Teodorín, que está acusado de  desvío de fondos públicos, blanqueo de dinero, abuso de bienes sociales y abuso de confianza. “No me han pagado por detrás ni de forma rara”, ha dicho. Iglesias prefiere hablar del cariño mostrado en el país que de su controvertida política: “Estuvieron todo el Gobierno y las primeras damas de varios países africanos. Cuando las saludo, yo no les pregunto si sus maridos son unos corruptos. No sabía que el hijo de Obiang tenía problemas judiciales. Allí hay una embajada española y muchas empresas de nuestro país. Nunca me planteé no ir”, afirma.

Iglesias también ha afirmado desconocer que la prensa crítica estaba vetada en su concierto, al igual que en cualquier concierto que se celebre en el país. “Desde que bajé del avión sentí un gran cariño. Lo español es muy apreciado. Sentí que la gente cantaba mis canciones, que hablaba nuestro idioma. Son generosísimos con los españoles” ha asegurado. También habla de su sorpresa al hablar con alguna gente del país, al conocer que ganan unos 350 euros mensuales y que tienen seguro médico. “El país ha mejorado, se ha desarrollado. Hay una gran inversión de España, EE UU y China”, asegura.

“Mi visita está basada en la cultura, en la lengua, en mi interés por enterarme de nuestra época colonial en ese país, en las conversaciones con gente pobre y sencilla” ha dicho también al diario, asegurando que más que como investigador ha ido como cantante y que lo ha pasado muy bien. Su concierto nunca se anunció en ningún sitio que no fuese la cuenta de Facebook de ‘Teodorín’. Solo se publicaba escuetamente en la nota con la serie de giras de la página web oficial del cantante. Mientras tanto, el portal online del gobierno guineano ha aprovechado la visita de Julio Iglesias para difundir la buena imagen que él tiene del país.

Chenoa, otro concierto polémico

Julio Iglesias no ha sido el primero en causar polémica con su concierto en Guinea Ecuatorial. La cantante Chenoa ya cantò allí este verano, el 25 de junio, para el 41 cumpleaños de ‘Teodorín’. Era la primera vez que daba un concierto en una ex colonia española. Cantó Last dance de Donna Summer ,vestida de negro y con el pelo engominado hacia atrás, y fue felicitada personalmente  por el propio hijo del dictador, que había organizado grandes fastos para celebrar su cumpleaños. En España no se supo prácticamente nada de ese concierto.

El representante de Chenoa se justificó ante La Otra Crónica asegurando que la cantante tenía mucho éxito allí y que solo fue “un concierto más”.  Ahora Julio Iglesias se suma a la polémica al haber actuado para el que muchos califican como el responsable de la sangría económica del país que gobierna con mano de hierro.

 

Julio Iglesias protagonizó, el pasado lunes en Malabo, un concierto ante Teodoro Obiang, vicepresidente de Guinea Ecuatorial y conocido dictador.  A pesar de las críticas y advertencias de las ONG Human Rights Wacht y EG, que consideraban inadecuado el concierto, el intérprete de La vida sigue igual cantó en ante el clan Mongomo, el que controla casi todos los cargos políticos y administrativos del país. Los Mongomo eran  prácticamente los únicos habitantes del país que podían permitirse el precio de las entradas, que según el diario El País, representan el sueldo de dos años de los guineanos, que viven con un euro al día. De hecho, la entrada más barata del concierto costaba la friolera de 80 euros.