Francisco Rivera deja los toros por su hija

Francisco Rivera tenía previsto anunciar su retirada en la Goyesca de Ronda de este año. Asi lo afirmaban  los taurinos en aquel momento y así se ha acabado confirmando este sábado, cuando ha dicho adiós definitivamente al mundo de los toros en la plaza de toros de La Misericordia de Zaragoza. Ovacionado tras finalizar sus dos faenas, brindó el último toro de su carrera a su hija, Cayetana, presente en una barrera del coso de la Misericordia, y abandonó la plaza entre abrazos de amigos y compañeros, aunque sin cortarse la coleta. Un ejemplo de que una de las razones de su retirada parece residir en su hija.

El torero desmintió, en su momento, la noticia de la retirada  a Vanitatis. "No sé de dónde ha salido la noticia pero no entra en mi cabeza retirarme. Este año he tenido una temporada muy buena, con unos toros muy buenos y por lo tanto ese rumor no tiene sentido". Esas eran sus declaraciones ante las insistentes noticias que circulaban en el mundo del toro. "Claro que la la retirada esta cada vez más cerca porque llevo mucho años, pero por  ahora no entra en mis planes " añadió de forma tajante. 

Ante las declaraciones de Rivera hace un mes a este portal, resulta sorprendente su anuncio de retirada tras la faena en la plaza de Zaragoza. Además, el diestro se va una semana  después de que lo hiciera su hermano Cayetano y unos días  más tarde de presentarse en el juzgado  para someterse a las pruebas psicológicas que formaran parte del informe que se presentará en el juicio de cambio y custodia de su hija. Ese juicio se celebrará el próximo mes de noviembre. 

Esta decisión también ha coincidido en el tiempo con la adjudicación, por parte del Ayuntamiento de Sevilla, de la gestión de las Naves del Barranco como futuro Mercado Gourmet de especialidades en el que comparte proyecto empresarial con Carlos Herrera.  

Futuro y legado

Mucho ha llovido desde que el torero tomase la alternativa como matador de toros el 23 de abril de 1995, en La Maestranza de Sevilla, con Juan Antonio Ruiz Espartaco como padrino y Jesulín de Ubrique como testigo. Durante ese 1995 del inicio de su carrera salió a hombros, entre otras, de las plazas de Córdoba, Ronda, Toledo, Zamora, Barcelona, Valencia, Murcia, Salamanca y Valladolid; participando en 90 corridas, en las que cortó 111 orejas.

Diecisiete años más tarde, Rivera quiere volcarse en el mundo empresarial; al que ya lleva un tiempo dedicándose a tiempo parcial. Precisamente una de las razones para solicitar la custodia de la hija tuvo que ver  con la intención de cambiar el domicilio de Madrid a Sevilla por implicación directa en una de sus empresas relacionadas con la chatarra donde tienen un cargo ejecutivo.  

Estos planteamientos, unidos a sus deseos de casarse con su novia Lourdes y crear una familia con la mujer que quiere, sumados al temor que tiene su hija a que le pueda ocurrir algún percance en la plaza, han inclinado la balanza hacia su retirada. Descendiente de una saga de importantes toreros, nieto del maestro Antonio Ordóñez e hijo del otro  "Paquirri", Francisco Rivera pone así punto y final a una saga que ha sido un referente en el mundo taurino.