Simoneta Gómez-Acebo y José Miguel Fernández Sastrón, por fin solteros

Simoneta Gómez-Acebo y José Miguel Fernández Sastrón ratificaron este martes en el juzgado de Familia numero 23 de Madrid su divorcio de mutuo acuerdo. En junio del 2009, Vanitatis adelantaba la noticia de la separación matrimonial, que más tarde fue confirmada por los propios protagonistas. El retraso de la firma no tiene que ver con ningún problema que la expareja arrastrará desde que decidieran tomar caminos diferentes, como así lo certifica el compositor y vocal de la SGAE en declaraciones a este diario.

“Nos llevamos muy bien. Tenemos el mismo abogado que tramitó desde el principio nuestra separación. El retraso de la sentencia definitiva se debe a un problema generado por nosotros y no por el juzgado. Me marché a México una temporada y cuando volví el papeleo había caducado y hubo que volver a presentarlo. Nada más”.

Casados en régimen de separación de bienes, lo que hubiera que repartir lo hicieron sin mediar rencores y resentimientos. Los rumores de distanciamiento de la pareja venían de atrás, pero ambos habían mantenido total discreción con respecto a su intimidad. Incluso cuando ya su separación era un hecho vivían en el mismo domicilio, pero cada uno en una parte de la casa.

Una boda por todo lo alto

José Miguel tenía su estudio donde componía y trabajaba en horario nocturno. Simoneta, como responsable de Cartier, mantenía horario diurno. Durante estos tres años Simoneta no se ha dejado ver con acompañantes masculinos salvo con José Coronado y en un par de ocasiones con el sobrino de Esperanza Aguirre, que tiempo después se convertiría en novio de Laura Ponte.

A Fernández Sastrón se le han atribuido parejas como Ruth Gabriel o la bailarina Aida Gómez, compañera en la SGAE, que nada tenían que ver con la realidad. La única con la que mantuvo una relación estable fue con la miss Susana Aunión.

Simoneta tenía 22 años y Sastrón 31 cuando se casaron en la catedral de Palma el 12 de septiembre de 1990. La novia vestía un traje de seda blanco diseñado por Gianfranco Ferré, de la casa Christian Dior. Sujetando el velo, llevaba una espectacular diadema de perlas y brillantes que fue propiedad de la reina María Cristina.

Precediendo el paso de la novia del brazo de su padre Luis Gómez Acebo, iban sus abuelos maternos, don Juan de Borbón y doña María de las Mercedes, y su madre, la infanta Pilar de Borbón. Por supuesto, también estaban allí sus tíos, los Reyes, y primos, Felipe, Elena y Cristina. Era la primera boda de un miembro de la Familia Real española desde la restauración de la monarquía. La pareja tuvo tres hijos.