Carmen Lomana y Marina Danko compiten luciendo diademas que rondan los 200.000 euros

La fiesta sevillana que apadrinaron los duques de Anjou Luis Alfonso de Borbon y Margarita de Vargas,  tenía como hilo conductor homenajear  a La Pepa, la constitución de Cádiz,  que este año celebra su doscientos aniversario. El  maestro de ceremonias Mario Niebla de Toro, organizador y creador de los premios Escaparate,  consiguió recrear el ambiente de 1812 en el palacio de los marqueses de Algaba y hasta que Carmen Lomana y Marina Danko, dos de las invitadas, ‘compitiesen’ a la hora de lucir una joya.

La mayoría de los invitados cumplieron con el encargo de introducirse en la época y acudieron vestidos al uso, recreando un ambiente de película de Zefirelli. Hubo apariciones sorprendentes como las de Lomana y Danko, que fueron las estrellas de la noche por las joyas que lucían: dos coronas como dos solres que podrían formar parte de cualquier tesoro real y que son en realidad un préstamo de las hermanas María y Beatriz Chico. Las Chico son dueñas de la joyería del mismo nombre, toda una institución en lo que se refiere a la venta de joyas antiguas. 

En concreto, las que lucían las dos vip eran del siglo XVIII y con un valor estimado de doscientos mil euros. Carmen, que eligió un estilismo ecléctico mezcla de vestal griega, dama pre revolución francesa y novia de Farruquito, lucía una corona de perlas australianas y brillantes que le impedía pasar desapercibida.  Eran ciento cuarenta mil euros colocados en la cabeza como santo y seña de la noche.

Por su parte, Marina Danko apareció vestida de cigarrera con un modelo de Hannibal Laguna en rojo ardiente, coronado por una impresionante alhaja de esmeraldas y brillantes de ochenta mil euros que había utilizado su propietaria, Beatriz Chico, el día de su boda. Impresionaba ver a Marina totalmente recuperada de su divorcio: "Estoy feliz, con muchos proyectos y, sobre todo, encantada con mis hijos que son mi tesoro" aseguró. No quiso dar pistas de su situación emocional pero sí que estuvo acompañada por un amigo sevillano, educado y vistoso

Otra dama que tampoco se quedó corta a la hora de lucir diadema fue Pitita Ridruejo. Aunque en su caso se trataba de una configurada a base de oro blanco, brillantes y topacios que forma parte de su patrimonio privado. "Me la regaló Mike (su marido) en un cumpleaños y me hizo mucha ilusión. La usé mucho en Londres cuando estábamos de embajadores. Ahora es difícil lucirla porque las fiestas son más discretas", contó en presencia de María Luisa de Prusia y el conde Rudy, sus grandes amigos. Por su parte, Miguel San Eduardo lució un espectacular broche con una bandera realizada a base de rubíes y brillantes.

Previo al coctel, servido espléndidamente por bodegas Campos, se celebró la entrega de los premios Escaparate presentada por Gemma Ruiz y Raúl Romero. Los galardonados fueron Pedro Jota Ramírez, Mar Flores, Pastora Soler, Ana Obregón, David Delfin, Nieves Alvarez, Jose María Manzanares  y Marina Danko. Entre los muchos invitados se encontraban Joáquin Sancho,  el arquitecto que hizo la casa de Curro Romero y Carmen Tello, la doctora Isabel Sáez, la empresaria Silvia Ortiz dueña de la firma Maripaz,  la reina de los tocados Reyes Hellin, Rosario Carrión, María Niebla, Raúl Romero, el productor Jose Carlos García, Adela Penedo, la cantante María Jose Santiago, Daniel San Martin, Agatha Ruiz de la Prada, el especialista en moda Joussi, David Meca, Nuria Gonzalez, el periodista José Pablo Ruiz, Cristina Forner, presidenta de bodegas Marques de Cáceres, Carlos Sufredini, director del hotel Alfonso XIII y Giovana Caparros  creadora de muchas iniciativas solidarias a través de Womannthogeder, Victorio y Lucchino y Pilar Rodríguez Burgos.