Bodas de sangre: la foto imposible de los Iglesias Preysler para el ¡Hola!

Julio José Iglesias y su novia Charisse por fin se casan este sábado. El único miembro de la peculiar saga familiar que no estará en la ceremonia será Enrique, que ya le dijo a su hermano que tenía compromisos profesionales en esa fecha. Con lo cual el esperado encuentro con papá Julio, con quien apenas mantiene relación alguna, tendrá que esperar.

Ha costado que el más simpático de la familia se decidiera a pasar por la vicaría y puede ser que la importante oferta económica de la revista ¡Hola! por la exclusiva haya influido a la hora de cerrar la fecha definitiva. Será el próximo sábado en la finca El Rincón, propiedad del marqués de Griñón, segundo marido de Isabel Preysler y padre de Tamara, que se ha tomado muy en serio organizar la boda de su hermano preferido, que no va a ser fácil en lo que se refiere al tratamiento mediático.

Demasiadas estrellas en tan poco firmamento, aseguran quienes saben cómo funcionan los egos en determinadas situaciones. Y este enlace tiene toda la pinta de convertirse en un vodevil con entradas y salidas de escena para no coincidir, como sucede en las comedias de enredo. 

Aunque las relaciones entre todos los actores principales y secundarios son aparentemente cordiales, el problema radica en las fotos de familia. El reportaje de la boda saldrá en las ediciones internacionales de ¡Hola!  donde Isabel Preysler, como es obvio, es mucho menos conocida que Julio Iglesias. Y, lo que son las cosas, ella funciona mucho mejor en España que él.

El cantante, como hace siempre que aparece en un reportaje gráfico, cuida las fotos hasta niveles exagerados. Él es la estrella y por lo tanto las fotos deben ser como él quiera. Y no va a ser fácil, pues de momento parece que no quiere posar junto a Griñón y Boyer, los otros dos maridos de Preysler. 

En el caso de Preysler, también tiene muy buena relación con la revista y por supuesto elegirá lo que verá de ella el público en esa exclusiva. En su caso no tiene problemas para posar con sus dos exmaridos, pero Boyer parece que tampoco está por la labor de alimentar el morbo. Tampoco está claro que ella quiera posar con Miranda, la actual esposa de Julio.

El sábado quien dirija el montaje de la boda tendrá que hacer encaje de bolillos para que los Iglesias, Preysler, Falcó y Boyer ocupen cada uno el lugar que quieren o que les dejen. Se aventura una boda de lo más lorquiana.