Borja Thyssen reclama por vía legal el 45% de la fortuna de su madre, Carmen Cervera
"He requerido formalmente a mi madre la información sobre los bienes y derechos que compartimos. Si no obtengo respuesta, el siguiente paso será una demanda". Así
"He requerido formalmente a mi madre la información sobre los bienes y derechos que compartimos. Si no obtengo respuesta, el siguiente paso será una demanda". Así comenzaba esta historia. En noviembre del año 2009, Borja Thyssen concedía una entrevista anunciando que, según le habían informado sus abogados en Suiza, él era cobeneficiario de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, que incluye unas mil obras de arte de gran valor.
Dicho y hecho. La pasada Navidad, la baronesa Thyssen recibía un regalo envenenado de su hijo: Borja había interpuesto una demanda en su contra cursada en Las Bermudas, donde se dirimió parte del Pacto de Basilea, el documento firmado por el barón Thyssen antes de su muerte para el reparto de su herencia. Lo que reclama el hijo de la baronesa en dicha demanda, información que nunca ha trascendido, es el 45% de la fortuna de su madre, según confirman a Vanitatis fuentes del entorno familiar.
Pero ¿a cuánto asciende la fortuna de la baronesa Thyssen? Hace unos días se publicaba que ‘Tita’ era, según la revista Bilan, la séptima mujer más rica de Suiza, país donde tiene su residencia fiscal, con un patrimonio estimado entre los 1.500 y 2.000 millones de dólares. Carmen posee numerosas propiedades inmobiliarias heredadas tras la muerte de su marido, Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, en abril del año 2002. Entre ellas destacan su casa de la Moraleja, en Madrid, valorada en unos 30 millones de euros; la de Lugano, su paraíso particular en Suiza, un palacete fechado en 1687 cuyo valor es incalculable; su casa de Marbella, Mata Mua, que porta el mismo nombre, inspirado en un cuadro de Gauguin, que su velero de 38 metros de eslora; y su villa favorita, Mis Mañanas, situada en Sant Feliu de Guíxols (Girona). Además, es copropietaria de una finca en Punta del Este (Uruguay) y cuenta con varias propiedades en Estados Unidos, Jamaica y Reino Unido.
Por otro lado, es dueña de una fabulosa colección de joyas, entre las cuales destaca "La estrella de la paz", un impresionante diamante que el barón le regaló el día de su boda. A todo esto habría que sumar, por supuesto, su colección privada de cuadros, que ha sido tasada recientemente por la firma Sotherby's en más de 700 millones de euros. A pesar de todo, el pasado verano, ‘Tita’ aseguró tener problemas de liquidez y, ante la posibilidad de malvender alguna de estas posesiones, optó por desprenderse de La esclusa de Constable, una de las joyas pictóricas de su colección, subastada finalmente por 28 millones de euros, para poder hacer frente a todos los gastos que lleva consigo todo este patrimonio. Solo mantener el velero, por ejemplo, le cuesta cerca de un millón de euros al año.
El comienzo de la batalla legal
Para entender esta historia hay que remontarse al 13 de marzo de 2009. Esa noche, Borja entraba en la casa de su madre a altas horas de la madrugada y se llevaba, sin autorización, parte de su documentación privada. Al parecer, entre todos los papeles que se fotocopiaron esa noche, se hallaban extractos de cuentas de Carmen Cervera, copia de su testamento y, lo más importante, documentación referente al Pacto de Basilea. Ese mismo año, en noviembre, y después de que Borja afirmase tener en su poder información referente a su herencia, Carmen Thyssen demandó a su hijo por revelación de secretos. "Es muy duro para una madre tener que denunciar a su propio hijo. No he tenido más remedio que hacerlo. No tenía otra alternativa", afirmaba ‘Tita’ por aquel entonces. Esa demanda, a día de hoy, sigue en pie. Carmen declaraba hace poco, en la fiesta del vigésimo aniversario del museo Thyssen, que no la retiraría.
Lo cierto es que la baronesa lleva la partida ganada en lo que a juicios se refiere. Hace unos meses, el juzgado número 7 de Madrid desestimaba la demanda que Borja había interpuesto a su madre y a representantes del museo en la que reclamaba dos cuadros: un Goya y un Giaquinto que están en manos de la baronesa y que él asegura son suyos. Según el auto, Borja no pudo acreditar la propiedad de dichas obras. En la actualidad, por tanto, cada uno tiene una demanda interpuesta contra el otro: Tita a Borja por revelación de secretos y este a su madre por el 45% de la herencia. Así que ambos tendrán que verse las caras muy pronto en los tribunales.
"He requerido formalmente a mi madre la información sobre los bienes y derechos que compartimos. Si no obtengo respuesta, el siguiente paso será una demanda". Así comenzaba esta historia. En noviembre del año 2009, Borja Thyssen concedía una entrevista anunciando que, según le habían informado sus abogados en Suiza, él era cobeneficiario de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, que incluye unas mil obras de arte de gran valor.