Javier Conde: "Si el doctor Moreno nos hubiese dado el pésame, nos habríamos olvidado de todo"

Esta última semana, la familia Morente ha vuelto a revivir la terrible tragedia que supuso la muerte del patriarca de la saga en diciembre del 2010, tras ser intervenido por el doctor Enrique Moreno en la clínica La Luz de Madrid. Al testimonio oficial firmado por el forense Lorenzo Rego, entregado la semana pasada, y donde el especialista afirma que las actuaciones médicas fueron correctas, se une la próxima comparecencia en el juzgado para ratificar dicho informe, someter a Rego a preguntas de las partes y presentar las contradicciones que según los Morente figuran en dicho documento legal.

Javier Conde, marido de Estrella Morente, que interpuso la denuncia el 11 de diciembre del 2010 contra el médico cirujano Enrique Moreno y el equipo médico general del hospital, asegura a Vanitatis que “la muerte de mi suegro no puede quedar impune. Es una negligencia absoluta, como vamos a demostrar. El informe de Rego es contradictorio y se basa en lo que dice el historial y las apreciaciones de Moreno. Nosotros tenemos informes oficiales de cada una de las patologías que aparecen en el historial. Hay especialistas en oncología, anestesia… y no coinciden con el texto que ahora ha presentado este señor”.

El torero afirma que sólo quiere que se haga justicia y que no vuelva a ocurrirle a nadie lo que le pasó a su suegro. “Han tocado nuestras vidas, manipulado nuestros sentimientos. Enrique Morente no murió de un cáncer, sino desangrado. ¿Cómo se puede aceptar que en un hospital no haya un cirujano de guardia? Después de la primera operación, mi suegro estaba conectado a diez máquinas. ¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta que no estaba estabilizado? ¿Cómo en treinta y dos horas no se le hace una sola prueba concluyente como es un TAC? Durante cuatro días nos dicen que tiene daños en el cerebro y que por eso está sedado. Y Estrella le estuvo cantando bajito en la UCI todos esos días. Yo le ponía el teléfono para que escuchara a sus nietos que le decían: ‘Abuelo, abuelo, te queremos mucho’. Y ya era irreversible”.

“Sólo queríamos que nos diera el pésame”

Dice Javier Conde a Vanitatis que lo peor “ha sido ese juego sucio. Si a nosotros este señor [el doctor Moreno] nos dice que lo siente muchísimo, que ha sido un cúmulo de desgracias y nos da el pésame, no habríamos olvidado de todo, pero lo que no se puede hacer es dejarnos como lo ha hecho. Cuando murió mi suegro nos marchamos sin hacer ruido, sin decir ni una mala palabra. No hay nadie en ese hospital que puede asegurar que montamos algún follón. Todo lo contrario”. 

La familia al completo es una piña y están dispuestos a llegar a donde sea con tal de que se depuren responsabilidades y por supuesto niegan la mayor: “Claro que hubo negligencia. Muchos de los datos y pruebas que nosotros tenemos niegan y desautorizan lo que dice el informe del forense Lorenzo Rego. Para empezar, y cuando nosotros ponemos la denuncia, solo hay un historial médico de Enrique Morente, al que después se le añaden hojas y algunas sin hora ni firma. Y cuando un enfermo sale de un quirófano le acompaña todo su historial”.

A estas duras declaraciones, Javier Conde añade datos que según él son inciertos: “¿Cómo se puede decir en el informe que Enrique Morente fumaba tres cajetillas cuando dejó de hacerlo veinte años antes?” Y termina con la siguiente valoración: “Con respecto al cáncer, había muchas opciones antes de la operación, como quimioterapia o radioterapia. No había prisa, no había urgencia como han dicho”.