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Arantxa Sánchez Vicario se marcha a Miami sin cerrar el enfrentamiento judicial con sus padres
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Arantxa Sánchez Vicario se marcha a Miami sin cerrar el enfrentamiento judicial con sus padres

Arantxa Sánchez Vicario tenía hace unos meses la firme intención de sentar a sus padres en el banquillo de los acusados para conseguir la titularidad del

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Arantxa Sánchez Vicario se marcha a Miami sin cerrar el enfrentamiento judicial con sus padres

Arantxa Sánchez Vicario tenía hace unos meses la firme intención de sentar a sus padres en el banquillo de los acusados para conseguir la titularidad del piso de Barcelona que ahora mismo sus progenitores disfrutan en usufructo. Sin embargo, en el último momento, la extenista decidió paralizar la demanda para llegar a un acuerdo amistoso en un plazo máximo de 60 días. Según ha podido saber Vanitatis, y después de que este plazo haya expirado, la deportista ha puesto rumbo a Miami sin llegar a un acuerdo con su familia, dejando el caso en un estado latente.

La extenista no ha tirado la toalla, según comentan fuentes cercanas al entorno de la familia. La disputa ha quedado, al parecer, en un limbo jurídico. Esto ocurre cuando ambas partes no llegan a un acuerdo pero no dan fe de ello al sistema judicial. De esta forma, será la propia ley la que actúe. La justicia pondrá una fecha para que las partes se enfrenten en juicio si finalmente no llegan a un acuerdo.

Durante estas semanas anteriores, los abogados de ambas partes se han estado reuniendo para llegar a algún tipo de acuerdo, algo que no han conseguido. En su momento, Juan José Burgos, el abogado de Sánchez Vicario, explicó a Vanitatis que “no se trataba de una marcha atrás de Arantxa. Se trata de una suspensión del pleito para no complicar más un asunto familiar”.

En este plazo que Arantxa les dio a sus padres, la deportista cedió en sus planes iniciales y redujo considerablemente la cantidad monetaria que reclamaba en la demanda, fijada en ocho millones de euros, como parte del dinero que había ganado a lo largo de su carrera deportiva y que ella defiende no haber recibido jamás. Algunas fuentes cifraron esta nueva cifra en cinco millones de euros, aunque el abogado aseguró que “no se ajustaba a la realidad”. La intención de la tenista era pagar el dinero que debía a Hacienda, 3,5 millones y recuperar sus propiedades.

El entorno de los padres de Arantxa Sánchez Vicario aseguraba que “jamás han tenido el dinero que les pide su hija”. Además, la tenista les exigía el título de los inmuebles que poseen en Barcelona y Girona. “En ningún momento quiere echar a sus padres de casa”, dijo el abogado de la tenista. Por el momento, Arantxa Sánchez Vicario y su familia han decidió poner tierra de por medio y se han establecido en Miami para iniciar una nueva vida. Sin embargo, el pasado sigue en España, donde el enfrentamiento judicial con su familia todavía no ha terminado.

El punto de partida

El enfrentamiento de Arantxa Sánchez Vicario con sus padres comenzaba en 2002, cuando anunciaba su retirada. En ese momento, empezó a preocuparse por el dinero que había ganado a lo largo de su carrera como tenista. El año pasado, la deportista publicó el libro Arantxa ¡Vamos!, el inicio de la guerra pública con sus padres, que dio paso al escándalo cuando la deportista anunció el trato que había recibido siempre por parte de ellos, a los que acusó además de haberse quedado con casi todo su dinero.

Arantxa Sánchez Vicario tenía hace unos meses la firme intención de sentar a sus padres en el banquillo de los acusados para conseguir la titularidad del piso de Barcelona que ahora mismo sus progenitores disfrutan en usufructo. Sin embargo, en el último momento, la extenista decidió paralizar la demanda para llegar a un acuerdo amistoso en un plazo máximo de 60 días. Según ha podido saber Vanitatis, y después de que este plazo haya expirado, la deportista ha puesto rumbo a Miami sin llegar a un acuerdo con su familia, dejando el caso en un estado latente.