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Guerra de hermanas por los primeros 116 millones de euros de la herencia de Cereceda
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Guerra de hermanas por los primeros 116 millones de euros de la herencia de Cereceda

“Quien tiene los niños tiene el poder”. Así de contundente se muestra el marido de Yolanda García Cereceda cuando se le pregunta por la guerra sin

Foto: Guerra de hermanas por los primeros 116 millones de euros de la herencia de Cereceda
Guerra de hermanas por los primeros 116 millones de euros de la herencia de Cereceda

“Quien tiene los niños tiene el poder”. Así de contundente se muestra el marido de Yolanda García Cereceda cuando se le pregunta por la guerra sin cuartel que tiene enfrentadas a las hermanas. La custodia de los hijos de Yolanda ha acabado en manos de Susana, tras la incapacitación temporal de la primera dictada por un juez. Como telón de fondo: cientos de millones de euros en juego por una herencia que aún no se ha repartido, la del constructor Luis García Cereceda, padre de ambas, fallecido en junio de 2010, a los 72 años de edad, a consecuencia de un cáncer.

En juego, propiedades en España y Sudamérica, dos barcos, un avión y una empresa, Procisa, con gran rendimiento económico en los años en los que se construyó la urbanización La Finca. Una lucha en la que según Jaime Ostos Jr., marido de Yolanda, nadie está jugando limpio. 

Según asegura el jinete, la incapacitación de su mujer se produjo después de que desde la Fundación Afal, Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer, instasen a Yolanda a firmar unos legados que su padre, Luis García Cereceda, había dejado antes de morir. “Yolanda tenía una curatela, es decir, un complemento de capacidad, pero la Fundación quería que firmase unas acciones al portador por valor de 116 millones de euros pertenecientes a la herencia de Cereceda. Mi mujer se negó y la fundación solicitó a la fiscalía la tutela preventiva procesal y patrimonial de mi mujer y se la dieron, consiguiendo así incapacitarla para tomar ninguna decisión con respecto a ese dinero y, de paso, le quitaron a sus hijos”.

Un avión ‘demasiado’ privado

Para Jaime no hay duda de quién se encuentra tras esta decisión. “Detrás de la fundación esta mi cuñada Susana. Conseguida la tutela la fundación de mi mujer, firma ante notario esos legados y todos esos millones son manejados por ellos”, comenta sin que le tiemble la voz. De esos 116 millones de euros, la Fundación se encarga de asignar cada mes a Yolanda una cantidad para sus gastos, una cuantía que según su marido es escasa si se tiene en cuenta todos los pagos a los que tiene que hacer frente. “Yolanda recibe unos 15.000 euros mensuales, pero de ahí tiene que pagar sus hipotecas y la pensión que le da a su hermana para la manutención de sus tres hijos, cuya custodia está en manos de ella”.

Hasta el momento esta es la única cifra que Yolanda conoce de la abultada herencia que le dejó su padre. “Sabemos que hay mucho dinero más, pero nadie nos informa. El montante de la herencia lo conoceremos en Junio, fecha en la que se tiene que repartir”, asegura Ostos Junior.

Los 15.000 euros se quedan pequeños, siempre según la versión de Yolanda y su marido, si se comparan con la situación económica que vive su hermana. “Mi cuñada Susana necesita más de 500.000 euros al mes para hacer frente a sus gastos. Tiene que mantener una finca en Francia, donde tiene los caballos. Cada concurso de hípica al que se presenta supone una inversión millonaria si se tienen en cuenta los desplazamientos de los mozos, los caballos, el servicio y el camión vivienda en el que se instala, que cuenta hasta con Jacuzzi”. Y añade: “Susana viaja todas las semanas de Francia a España en su avión privado. Solo en combustible necesita 20.000 euros por desplazamiento, más los gastos de tripulación”, comenta el marido de Yolanda.

Un avión, herencia de Luis García Cereceda, que al parecer solo estaría a disposición de Susana, al igual que otros muchos bienes patrimoniales que aún no se han repartido. “Nosotros no tenemos derecho al disfrute de los dos barcos de mi suegro ni a varias de sus propiedades, como la casa de Baqueira Beret. Únicamente tenemos llave de la casa de la calle Serrano, que es en la que vivimos Yolanda y yo cuando estamos en Madrid”.

“Queremos desenmascarar a Susana”

Una guerra que se ha saldado de momento con la expulsión de la viuda de Cereceda, Silvia Gómez Cuétara, de la casa en la que vivía en La Finca, después de que las hermanas interpusiesen una demanda contra ella. Algo, que a pesar de lo mucho que se ha escrito, Jaime niega categóricamente. “Una vez más Susana utilizó a Yolanda, pero mi mujer no quería echar a Silvia de su casa. Nuestras relaciones con la mujer de mi suegro siempre fueron excelentes y mi mujer no firmó nada en contra de ella”, señala Ostos.

La situación en la que viven las hermanas Cereceda podría cambiar en mayo, cuando el juez decida sobre la custodia de los niños y un mes después cuando se haga efectivo el reparto de la herencia. Hasta entonces Yolanda y Jaime se mantendrán unidos en un frente común: “Desenmascarar a Susana, ese es nuestro fin”, concluye el jinete.    

“Quien tiene los niños tiene el poder”. Así de contundente se muestra el marido de Yolanda García Cereceda cuando se le pregunta por la guerra sin cuartel que tiene enfrentadas a las hermanas. La custodia de los hijos de Yolanda ha acabado en manos de Susana, tras la incapacitación temporal de la primera dictada por un juez. Como telón de fondo: cientos de millones de euros en juego por una herencia que aún no se ha repartido, la del constructor Luis García Cereceda, padre de ambas, fallecido en junio de 2010, a los 72 años de edad, a consecuencia de un cáncer.