Los turbios sucesos que precedieron a la demanda de custodia de Antonio David

La historia de (des)amor entre Rocío Carrasco y Antonio David Flores está lejos de llegar a su fin. Tras protagonizar un difícil proceso de divorcio en 2001 y después de que el Tribunal Interdiocesano del Arzobispado de Sevilla reconociese como nula su unión matrimonial en 2003, la expareja vuelve a iniciar una batalla legal por la custodia de su hija Rocío. Este paso lo ha dado el exguardia civil, que atendiendo supuestamente a los deseos de la menor, de 16 años, solicita judicialmente la modificación de las medidas para hacerse con su guardia y custodia.

Vanitatis se ha puesto en contacto con ambas partes, pero en sendos intentos la respuesta ha sido la misma: el silencio. “Es un momento muy doloroso para mí. Ni yo ni mi abogado vamos a hacer declaraciones al respecto”, aducía Antonio David.

Este nuevo proceso, que une otra vez al controvertido exmatrimonio ante un juez, viene enturbiado por un problema que enfrentó a madre e hija, producto por el cual tuvo que personarse la Guardia Civil, tal y como ha desvelado Gustavo González en Sálvame este miércoles. Vanitatis tiene constancia de los hechos que habrían empujado a la pequeña Rocío a solicitar a su padre que luche por su custodia judicialmente pero, por respeto a la menor, son demasiado complicados para hacerlos públicos.

No obstante, sí se puede afirmar que, a raíz de este problema familiar, Antonio David volvió a emprender acciones legales contra su exmujer. Las medidas cautelares solicitadas en un principio fueron denegadas por el juez, motivo que le habría empujado a reclamar ahora la custodia de la menor, quien desea supuestamente que ésta descanse exclusivamente sobre su padre. Actualmente, la tutela de los dos hijos del matrimonio es compartida y los pequeños pasan 15 días al mes con cada uno de sus progenitores.

Ahora, Antonio David deberá probar ante un juez sus aptitudes como padre y por qué la menor estaría en mejores condiciones junto a él y su mujer, Olga Moreno, con la que tuvo una hija en diciembre del año pasado. Por su parte, Rocío Carrasco, que rehízo su junto a Fidel Albiac, deberá defender su capacidad como madre para mantener intacta la custodia de su hija. A la vez, un equipo de psicólogos adscritos al Tribunal deberá analizar a la pequeña Rocío para apoyar o contravenir la demanda que descansa ahora en manos del juez.