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El secreto que Pepe Sancho no quiso contar a sus íntimos
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El secreto que Pepe Sancho no quiso contar a sus íntimos

Este domingo fallecía Pepe Sancho y se iba con la mayor de las discreciones. Ni sus amigos más íntimos, como Agustín Trialasos, María Kosty o Valentín

Este domingo fallecía Pepe Sancho y se iba con la mayor de las discreciones. Ni sus amigos más íntimos, como Agustín Trialasos, María Kosty o Valentín Paredes sabían que el actor padecía un cáncer irreversible. Tanto es así que cuando su mujer Reyes Monforte les comunicó su fallecimiento, pensaron que se trataba de un accidente de coche o algo similar. No tenían ni idea de que estuviese tan mal. Para Sancho, mantener el secreto era fundamental, ya que parecía que el tratamiento funcionaba y, por lo tanto, no era cuestión de alarmar a sus allegados cuando las posibilidades de recuperación parecían bastante óptimas.

Tal era su esperanza de recuperarse que tenía previsto estrenar en el teatro Marquina Los Hombres siempre mienten al lado de Valentín Paredes, Neus Asensi, Lola Marceli y Manolo Cal. El estreno de la obra estaba previsto para Semana Santa. Cuando llegue esa fecha y se suba el telón, Pepe Sancho no estará para interpretar el papel protagonista.

El porqué no quiso contar que estaba enfermo tenía mucho que ver con su propia forma de ser. No le gustaba contar su vida y mucho menos sus enfermedades porque era muy hipocondríaco. Cuando se sintió enfermo, estaba actuando en el teatro del Matadero de Madrid. Según contaba él mismo, tuvo que suspender la actuación porque se le había roto una cuerda vocal. Anunció que durante cuatro semanas no podría hablar y se fue a descansar al dúplex que tenía en Altea frente al mar.

En esa casa era donde recibía a sus amigos y allí fue también donde pasó los mejores años de su vida con Reyes Monforte, su último tren emocional tras un matrimonio de muchos años con María Jiménez. Aquella unión de ‘sube y baja’ acabó mal, con denuncias y contradenuncias. Pese a todo, la historia se suavizó: María organizó su existencia en Sevilla y Pepe la suya con Reyes, la mujer que logró atemperar su carácter.

Siempre se ha dicho que, si en una pareja uno de los dos intenta cambiar al otro, acaba por no funcionar. En el caso de Pepe Sancho, fue la excepción que confirma la regla. Gracias a Reyes Monforte dejó de ser abrupto, se volvió generoso e invitaba a sus allegados a ver sus estrenos con los gastos pagados y en cualquier parte de España en el que tuviesen lugar. Además, cambió su registro de ‘malas pulgas’ por el de la diversión y los chistes hasta la madrugada.

El pasado diciembre organizó una fiesta en su piso de Plaza de España para enseñárselo a los amigos y conocidos. En aquel momento, nada hacía presagiar que, dos meses más tarde, ese encuentro iba a ser el último recuerdo para todos los que lo compartieron aquella noche.

Pepe Sancho tenía muchos proyectos profesionales y personales. El más importante, como confesaba él mismo, era “seguir viviendo feliz junto a mi chica y mis amigos, que son lo mejor de mi vida porque nunca me han defraudado en un mundo donde la traición esta a la orden del día”

El 'Estudiante' de Curro Jimenez, el don Pablo de Cuéntame o el Enrique IV teatral son algunos de las muchos papeles que interpretó a lo largo de su vida. Todo un referente en su mundo profesional. Siempre dijo que si pudiera elegir el lugar de su muerte sería en su tierra valenciana. Y así ha sido. 

Este domingo fallecía Pepe Sancho y se iba con la mayor de las discreciones. Ni sus amigos más íntimos, como Agustín Trialasos, María Kosty o Valentín Paredes sabían que el actor padecía un cáncer irreversible. Tanto es así que cuando su mujer Reyes Monforte les comunicó su fallecimiento, pensaron que se trataba de un accidente de coche o algo similar. No tenían ni idea de que estuviese tan mal. Para Sancho, mantener el secreto era fundamental, ya que parecía que el tratamiento funcionaba y, por lo tanto, no era cuestión de alarmar a sus allegados cuando las posibilidades de recuperación parecían bastante óptimas.