Bordiú y el dueño de desguaces La Torre niegan su relación, pero pasan unos días de campo en Cazalla

La amistad de Carmen Martínez Bordiú con el empresario Luis Miguel Rodríguez sigue su curso en unos términos que sólo ellos, sus amistades y la familia Franco Martínez Bordiú conocen. Si sólo es una "amistad entrañable” el tiempo lo dirá. Este término acuñado por la princesa Corinna para definir su relación con el Rey don Juan Carlos es ahora el adjetivo que utilizan algunas parejas que no pueden hacer públicos sus sentimientos.

Es el caso de la nietísima y el dueño del imperio Desguaces La Torre, la empresa puntera en Europa en estos menesteres, por lo que genera magnos beneficios. La situación está, en estos momentos, estabilizada. Los protagonistas han declarado públicamente y por separado que no son novios, sino tan sólo amigos. Pero lo cierto es que se ven muy a menudo. De hecho, hace unos días estuvieron en la finca de Cazalla, propiedad de Carmen, junto a su hermano Jaime Martínez Bordiú y Marta Fernández, la novia de éste. El terreno que Carmen adquirió cuando era pareja de Roberto Federicci lo ha seguido manteniendo aunque no le resulte rentable. Compró su parte al arquitecto y ahora es su refugio. Un enclave de privacidad que la mantiene alejada de los paparazzi, que son la verdadera cruz del empresario.

El seguimiento de la prensa, unido a las movidas familiares, se ha convertido para el rey del desguace en un tormento. Dicen los que lo conocen bien que en el caso de que existiera una atracción entre ambos nunca desembocaría en una cuarta boda para ella y segunda para él. Hay demasiados intereses económicos y sería un desastre, porque Rodríguez y su mujer no tienen separación de bienes y les corresponde a cada uno la mitad del imperio. Si su marido tuviera una relación con Bordiú tampoco le convendría airearla. Según aseguran las mismas fuentes, gracias al tesón de María Asunción, una mujer emprendedora y muy trabajadora, se levantó el imperio de la chatarra. “Ella es la que recibe, discute, compra y paga la mercancía. Está muy mosqueada con esta historia, que nunca tenía que haberse convertido en pública, salvo que a alguien le interesara. Es un lío mediático”, comentan amistades comunes.

"Lo que unió Franco, no lo separará un desguace"

Las mismas que aseguran a Vanitatis que no es cierto que Rodríguez le haya regalado a Carmen un piso, como se ha comentado. Parece que la casa que Bordiú disfruta en la calle Velázquez tiene un alquiler que se paga religiosamente. Luis Miguel Rodríguez es un señor generoso que festeja a sus amistades con invitaciones a su finca y restaurantes, que no suelen ser los más lujosos pero sí excelentes en su carta. Carmen Franco y sus hijos se quedaron encantados con la invitación a langosta y angulas hace unos días y así lo promocionaron entre sus conocidos. En lo que sí ha cambiado la vida de Luis Miguel Rodríguez es en su aspecto físico. Ahora se cuida más e incluso parece que el defecto ocular que atesora ya no es tan visible.

Lo que el entorno familiar de ambos se pregunta es dónde se conocieron, porque hasta ahora no frecuentaban los mismos círculos. A pesar de la buenísima relación que Martínez Bordiú mantiene con Mari Luz Barreiros desde que eran pequeñas que, a su vez, es íntima de Luis Miguel y María Asunción, no fue ella la que los presentó, sino el azar en forma de viaje. Ambos coincidieron en un desplazamiento a Nimes y a partir de ahí sus salidas se hicieron más frecuentes. Como afirman los que les conocen: “Lo que unió Franco [Rodríguez tiene en su jardín la estatua del General que se retiró de una conocida plaza de Madrid] de momento no lo separará un desguace”, aunque hay muchos millones en juego.

Respecto a José Campos, ha quedado relegado a un discreto segundo plano. Aunque se desconoce qué más tiene que decir después de la exclusiva de ¡Hola!. Varios programas de televisión se han puesto en contacto con él con la idea de cerrar una entrevista pero, por el momento, no ha sido posible. La remuneración solicitada es demasiado alta para el perfil del invitado. Otra cosa sería la aparición estelar de Carmen, pero ella no está por la labor.