Isabel Pantoja reza junto a su madre en Cantora por su absolución

Isabel Pantoja continúa “encerrada en su finca Cantora”, según narran a Vanitatis sus íntimos. Su relación con el mundo es a través del teléfono, de las visitas de los amigos de verdad y por supuesto de la de su hijo, su nuera y el bebé de ambos. Los fines de semana vuelve a casa su hija, ‘Chavelita’, que permanece durante toda la semana en el internado de Jerez en el que estudia, y el resto de los días su madre y su hermano Agustín la hacen compañía.

En la finca recibió la noticia de boca de sus abogados de que el próximo 16 de abril, a las diez y cuarto de la mañana, deberá comparecer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga, donde el magistrado dará a conocer la sentencia a los procesados por blanqueo de capitales. Será la misma sala donde se celebraron las vistas iniciadas el 28 junio del 2012 y que finalizaron siete meses después, el 29 de enero de 2013.

Presentes en el banquillo: Isabel Pantoja, Julián Muñoz, Mayte Zaldívar, su hermano y tres procesados más acusados por la Fiscalía Anticorrupción y el Ayuntamiento de Marbella. Los abogados de todos ellos estarán también presentes en la sala y a continuación de la lectura se procederá a la entrega de la sentencia. El fiscal solicitó para la cantante, acusada de un delito continuado de blanqueo, tres años y medio de cárcel y una multa de dos millones y medio de euros, al igual que para Mayte Zaldívar. En el caso de Julián Muñoz, siete años de prisión y 7,4 millones de euros. Las dos mujeres del excalde sabrán por tanto si deben ingresar en prisión el martes que viene.

"Tiene poco apetito y duerme mal"

“Isabel se encuentra confiada y tranquila, porque el juicio fue muy bien. Pudimos presentar muchas pruebas documentales que demostraban la inocencia de nuestra representada y por eso solicitamos en su día su libre absolución. A pesar de algunos datos erróneos que se han dado por buenos, aportamos una documentación exhaustiva con facturas, informes, rentas y pagos”, explicaban a Vanitatis desde el despacho de abogados que defiende los intereses de Isabel Pantoja.

Para la tonadillera el momento más duro de todo el proceso fue primero su detención y después el juicio, donde tuvo que compartir sala con el que había sido su pareja y escuchar de su boca declaraciones que no coincidían con las suyas. “Fueron momentos muy duros y ahora sólo quiere que su pesadilla termine. Pase lo que pase, lo asumirá. Su situación anímica mejoró con el nacimiento de su nieto, aunque sigue teniendo problemas de salud porque tiene poco apetito y duerme mal. Su madre se pasa el día rezando. Ella también”, aseguran sus amigos a Vanitatis.