Tita Cervera, “consternada” tras saber que uno de sus escoltas se ha quitado la vida en su casa de La Moraleja

Llevaba 25 años trabajando para la baronesa Thyssen y era uno de sus hombres de confianza. El empleado, de 49 años, a quien por deseo expreso de la familia Vanitatis no pone nombre, se encerró este martes alrededor de las seis de la tarde en la sala de cámaras de seguridad de la casa que Carmen Cervera tiene en la urbanización La Moraleja de Madrid para, minutos después, quitarse la vida con su propia pistola. Poco antes y con una actitud “muy normal”, según comentan a este portal fuentes del entorno de Tita Cervera, estuvo hablando con la secretaria de la baronesa y con Antonio Salcedo, íntimo amigo.

El sonido del disparo llegó hasta la oficina de la mansión, situada en la planta baja, donde aún había algunos trabajadores que, tras el susto inicial, intentaron abrir la puerta de la sala de cámaras sin ningún éxito. Tuvieron que llamar a la Policía para abrirla, ya que estaba cerrada por dentro. El fallecido, que deja mujer e hijos y será enterrado este jueves en un pueblo de Cáceres, no era miembro del grupo de escoltas que acompaña a la baronesa en sus desplazamientos, sino un vigilante contratado a través de una compañía de seguridad que se unía al grupo de escoltas cuando Carmen venía a Madrid.

Según ha podido saber Vanitatis, Tita se encontraba en su residencia de Saint Feliú en el momento del suceso. “Estoy profundamente consternada y sorprendida. Le tenía mucho cariño. Imagínate, después de 25 años. No tenía ni idea de lo que le pasaba”, ha declarado la baronesa a Vanitatis. Dolida por lo ocurrido y muy afectada, ya se ha puesto en contacto con la familia de su empleado para darles el pésame y ponerse a su disposición. Tita siempre se ha ocupado personalmente de los problemas de sus empleados. Tanto es así que cuando alguno de ellos ha estado enfermo ha corrido con todos los gastos en clínicas privadas.

Nada más conocerse la noticia, el jefe de seguridad de Carmen se trasladaba a Madrid para  poner en funcionamiento todo el operativo que estos casos conlleva. “Ninguno entendemos nada. No parecía que tuviera ningún problema o, al menos, no los manifestó. Todo lo contrario. Estamos muy sorprendidos”, relata un empleado de Tita. Vanitatis ha podido saber queBorja Thyssen se encuentra muy afectado y que también se ha puesto en contacto con la familia del empleado, que lo conocían desde pequeño ya que ha sido, en alguna ocasión, su guardaespaldas.