Sonia Ferrer, Escassi y su encuentro furtivo

Sonia Ferrer y Álvaro Muñoz Escassi siguen empeñados en despistar sobre su relación. A pesar de que su historia, de amor o no, ya es algo más que evidente, ambos intentan medir al milímetro sus encuentros furtivos.

La última vez ha ocurrido esta semana. La presentadora, que todavía sigue viviendo bajo el mismo techo que su marido aunque ya no ejerzan como matrimonio, acudió a comer al restaurante que el jinete tiene en Madrid. De ahí salieron los dos. Eso sí, por separado. Ella, con un cortísimo vestido azul con volantes verdes y gafas de sol para pasar desapercibida y Álvaro detrás treinta segundos más tarde para evitar ser fotografiados juntos.

El viaje que ambos emprendieron en Las Palmas de Gran Canaria para participar en el programa de trampolines ¡Mira quién salta! les ha costado la vida o, por lo menos, la que tenían hasta ahora, para vivir una nueva etapa que les ha durado un suspiro, la de solteros. El jinete se quedó sin pareja después de que Patricia Martínez decidiera terminar con una relación que se tambaleaba por momentos. “Decidí cortar con él. Ya no podía más. Yo sé que entre Álvaro y Sonia Ferrer hay una química muy especial”, afirmó en la revista Semana.

Por otro lado, Sonia Ferrer ponía punto y final a la crónica de una separación anunciada. La que fuera la presentadora estrella de TVE confirmó su divorcio de Marco Vriacella tras seis años de matrimonio. “Está siendo un proceso muy duro y estoy centrada en que todo salga lo mejor posible”, manifestó en conversación con Vanitatis.

A pesar de los intentos del cirujano italiano de recuperar a su esposa y seguir construyendo una familia en la que Laura, la hija de la pareja, de cuatro años, es la principal perjudicada, Marco Vriacella ha estallado y va a por todas. Después de ser quien ha aportado durante años la liquidez en la pareja, el cirujano italiano quiere dejarla sin duro. Su objetivo es deshacerse de las pertenencias del chalé de lujo en el que ambos siguen viviendo y situado en la sierra de Madrid. Si esto ocurre así, la presentadora renunciaría a unos lujos a los que se ha ido acostumbrando, sin embargo, su situación económica está lejos de ser preocupante. Durante su etapa en el ente público, Ferrer apuntaló su futuro. Tanto el chalé de la discordia, situado en Valdemorillo (Madrid), un piso en la capital y dos coches son propiedad de la presentadora.

El fin de los problemas de Sonia Ferrer parece estar al lado de Escassi. Aunque ella asegura que el jineta no ha sido de detonante de su ruptura matrimonial, lo cierto es que las penas con compañía saben menos amargas.