Tamara Falcó: "Yo pensé que la crisis era sólo en África. No creí que había tanta hambre"

Tamara Falcó ha querido salir al paso de las informaciones que la sitúan ya en un convento. "Si es por ahí por dónde me llama el Señor, pues bien, pero por ahora no me meto a monja", ha asegurado la hija de Isabel Preysler en declaraciones a Vanitatis. Ella afirma que se ha exagerado demasiado con el tema de su repentina vocación, pero al margen de eso afirma "haber encontrado refugio en Cristo”.

Muy divertida y dicharachera, como es habitual en ella, Tamara se presentaba ante los medios de comunicación como imagen de la firma griega de joyas Folli Follie, contrato por el que cobra 150.000 euros, según adelantó en día Vanitatis. Allí deleitó a los presentes con su particular visión de la crisis económica: "No creí que había tanta hambre. Pensé que la crisis sólo era en África, pero ahora me doy cuenta de que en España también". La joven de 31 años relató como ejemplo de lo expuesto anteriormente la anécdota que vivió con un fotógrafo. “Estaba haciéndome fotos un domingo y yo le dije: ‘¿No descansas?’ Y él me contestó: ‘Tengo que comer’”.

En ese momento tomó conciencia, más que nunca, de que no sólo en África la gente pasaba necesidades, sino que también en España se estaba viviendo una situación crítica. "La situación económica nos está afectando a todos. Nosotros en la familia tenemos mucha suerte, pero claro que también lo hemos notado, sobre todo en los trabajos, incluida mi madre”, asegura. Anécdotas como ésta han hecho que la vida cotidiana de la hija de Isabel Preysler haya dado un giro. "Ya no gasto tanto en cosas superfluas como la ropa o joyas; reciclo mi armario y mis zapatos. A lo único que no he renunciado es a mi piso de soltera; ahí me encuentro muy a gusto. No puedo dejar de pensar que soy una privilegiada”, afirma.

El Papa “austero” y la salud de Boyer

En relación al nuevo Papa, Francisco I, Tamara lo tiene claro: "Es la bomba. Aunque también me gustaba el anterior, pero éste es mucho más austero y sus acciones son más parecidas a las de Cristo. Me encanta que sea austero. Yo no soy austera. Ya me gustaría serlo más”.

Falcó también habló del estado de salud del marido de su madre, Miguel Boyer, después del ictus que sufrió en febrero del 2012. "Está recuperándose muy lentamente. Al principio hubo una evolución más rápida, que ahora se ha ralentizado un poco. Aun así, cuenta con seis personas que le ayudan en sus rehabilitaciones y ya lee con normalidad todos los periódicos. Estamos muy contentos y le apoyamos".

En relación a un futuro novio, Tamara lo tiene claro: "Si veo un chico guapo por la calle, claro que lo miro, pero no pienso en ningún momento que será el padre de mis hijos". Falcó, a sus 31 años, nos cuenta que está mucho más relajada, que tiene un niño apadrinado y que nunca se metería en un reality. Este año su imagen estará ligada a Folli Follie y espera poder colaborar en los proyectos humanitarios que tiene la firma con los países del tercer mundo.