Zapatero huye de los paparazzi en Marbella

El ex presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y su esposa Sonsoles Espinosa han pasado unos días de descanso en Marbella, uno de los enclaves elegidos por la pareja cada vez sus agendas de trabajo se lo permiten. En el último  año, varios han sido los viajes que el matrimonio ha realizado a la Costa del Sol. En todos ellos, el que fuese presidente del gobierno ha exigido que un grupo de escoltas les acompañen con el fin de velar por su seguridad, pero sobretodo, de evitar ser fotografiados durante sus momentos de esparcimiento. Sin embargo, en esta ocasión y dada la afluencia de muchos rostros famosos que han elegido el puente de mayo para pasar unos días de sol y playa en Marbella, la presencia de Zapatero no ha pasado inadvertida para los paparazzi.

El pasado sábado, el expresidente y su esposa decidían disfrutar de la gastronomía mediterránea en compañía de unos amigos en el restaurante ‘Trocadero’, uno de los más conocidos de la zona. La casualidad quiso que Elena Tablada, Raquel Rodríguez y María José Suarez eligiesen el mismo establecimiento para comer, lo que provocó que a la puerta de las instalaciones se concentrasen varios fotógrafos. Hasta ese momento no se habían percatado de la presencia del matrimonio en la zona, pero eso cambió.

Alertados por los escoltas, Zapatero y su esposa abandonaban el restaurante por la puerta de atrás, evitando que se captase ninguna instantánea. “Cuando vimos a los escoltas nos dimos cuenta de que algo pasaba, fue entonces cuando descubrimos que se trataba del expresidente. A partir de ese momento todos se movilizaron, el restaurante esta junto a una urbanización privada y decidieron sacarles por allí, para que no captásemos ninguna imagen” comenta para Vanitatis uno de los reporteros.

Unas escapadas muy privadas

El celo con el que Zapatero guarda sus visitas privadas a Marbella llama la atención de los profesionales que acostumbran a fotografiar a numerosos rostros del panorama político que no ponen impedimento alguno para ser retratados. “Aquí viene Javier Arenas, María Dolores de Cospedal y  Esperanza Aguirre, hacemos nuestro trabajo y no pasa nada. Con Zapatero es imposible, quizá es que él no quiere que la gente sepa que veranea aquí”, comenta un fotógrafo de Marbella.

La vida nómada de los Zapatero siempre ha sido muy llamativa. No solo por sus vacaciones sino porque, desde 2011, momento en el que José Luis dejó la presidencia del Gobierno, no han encontrado una residencia fija. Su última vivienda, de alquiler y situada entre el Palacio de la Zarzuela, el hipódromo madrileño y el CNI, cuesta unos 3.000 euros al mes que seguramente aún les dejen dividendos para estas 'escapadas'.

En sus escapadas a la Costa del Sol, Zapatero y Espinosa suelen alojarse en el chalet de unos amigos. Así garantizan la máxima privacidad y evitan pernoctar en algún hotel, donde se podrían filtrar datos de la reserva. Sus salidas son escasas, decantándose por las instalaciones exclusivas y privadas en las que pueden realizar ejercicio y jugar al golf o al tenis, alejado de las miradas de curiosos y  paparazzi. Sin embargo, en esta ocasión una coincidencia ha provocado que las vacaciones secretas del expresidente dejen de serlo, aunque no haya testimonio gráfico.