Lourdes Montes: “Diseñé el vestido de mi boda con Fran Rivera a los 17 años”

Cuando Francisco Rivera no está cerca de Lourdes Montes, ella demuestra que es una chica independiente, divertida y que sabe hablar ante los medios. En cambio, cuando va acompañada del que será en septiembre su marido, la abogada clava la mirada en el suelo, no contesta a las preguntas de la prensa e, incluso, camina un paso por detrás de Francisco como si fuera la princesa Masako de Japón.

La sevillana acude habitualmente a los actos públicos en calidad de novia, por lo que se hace casi imposible captar esa personalidad y ese carácter que tiene, según dicen quienes la conocen. El pasado jueves 2 de mayo viajó hasta Barcelona por motivos laborales para formar porte del grupo de mujeres vips que adornaron el desfile de la firma Pronovias en la llamada primera fila. Allí cumplió con su papel de dejarse fotografiar de frente, de perfil, sentada, de pie y de lado. Sonriente, abierta a los fotógrafos y con soltura.

Sin embargo, donde realmente sorprendió fue en la fiesta posterior al desfile organizada en el Palacete Albéniz, la residencia oficial de la Familia Real en sus estancias oficiales en Cataluña. Distendida, aceptó de buen grado charlar con la prensa sin que de por medio hubiera un talonario. Al preguntarla si se pondría para su boda alguno de los modelos que había visto sobre la pasarela, la abogada contestó que no: “Sé lo que quiero y cómo lo quiero porque lo tengo dibujado desde que tenía 17 años. Esos bocetos ya los tienen en el taller sevillano y con esas directrices están trabajando. Hasta el 14 de septiembre queda tiempo para ir puliendo y preparándolo todo”.

El matrimonio entre Francisco y Lourdes será una ceremonia civil, ya que el diestro y empresario aún no ha obtenido la nulidad de su unión con Eugenia Martínez de Irujo. Aun así, la futura novia mantiene muy vivos sus deseos: “Da igual porque éste es el vestido de mis sueños”. Aseguró, además, que si con el tiempo el torero consigue dicha nulidad, volverán a prometerse amor eterno ante el altar. “Claro que sí. Si hay que esperar, se espera”, asegura.

Sorprende lo mucho que, según dice, le gusta su trabajo de abogada a pesar de que no ejerce como tal en los tribunales. “Me gusta mucho más la labor de despacho. Hay compañeros que se les da mejor hablar y defender en sala y a mí resolver sobre mi mesa”.

Sobre su relación con Francisco Rivera, Lourdes Montes reveló cómo fueron sus inicios y cómo algunos de sus familiares y amigos le advirtieron del lío en el que se estaba metiendo. “Mi madre era la primera que me decía que tuviera mucho cuidado y que no quería verme sufrir”. La fama del torero le precede y de ahí la lógica preocupación materna. “El tiempo me dio la razón y ahora todos y, por supuesto, mi madre, están felices y encantados”, afirma segura de su decisión.