Roban una pintura de Jordi Mollá en una mansión de Beverly Hills

No todos los seguidores de Jordi Mollá conocen su dedicación a la pintura. Esa es, sin duda, su faceta menos popular y, sin embargo, la que tiene más repercusión fuera de España. Sus cuadros se cotizan, presenta algunos de ellos en ferias como la de Arco y a las galerías les sale muy rentable ofrecerle exposiciones dada su popularidad. Hace tan sólo unos días, al actorle llegaron noticias del robo de una de sus obras, que pertenecía a unadama millonaria norteamericana.

El robo se produjo en la mansión de la señora, situada en Beverly Hills. Además de dinero y joyas, los ladrones se llevaron obras de arte. Al parecer, el hurto estaba tan planificado que hicieron selección y, entre los objetos de valor, se encontraba el cuadro de Mollá que aparece en la imagen.

La pintura en cuestión, en la que aparece una enorme dentaduracon la palabra 'Fanatism' escrita en la parte superior,fue vendida por Mollá en 2004 a través de una marchante griega que a su vez era amiga de la dama robada. El precio de venta fue cinco mil dólares. Mollá desconocía la identidad de la clienta hasta que, hace unos días, la dueña de la galería lo llamó por teléfono para contarle la historia y preguntarle si tenía fotos de la obra. La propietaria de la misma necesitaba la mayor documentación e información posibles para remitirla a la seguradora.

Un artistacon fans entre las estrellas de Hollywood

El mes pasado, el protagonista de Segunda Piel presentó sus últimos trabajos en la Sala Gaudí de Madrid. Ese día, no le hizo falta acompañarse de caras conocidas para que la exposición fuese un completo éxito. Lo vendió prácticamente todo y aunque sus compradores nacionales no son conocidos sí lo son, en cambio, rostros extranjeros como los de Johnny Depp o Benicio del Toro, poseedores de alguna obra suya. Y puede que sea por estos colegas por los que Mollá ha conseguido una clientela con alto poder adquisitivo. Hasta ahora, el más interesado en la faceta artística de Mollá ha sido Depp, que le ha comprado nada menos que diez cuadros.

Recientemente, Mollá ha terminado el rodaje de una película de ciencia ficción en Canadá alo lado de Tom Cruise y Camerón Diaz. Ahora se encuentra trabajando en Italia participando en otro proyecto y en septiembre estrena Riddick, en donde actúa al lado de Vin Diesel. Su carrera internacional hace que viva a caballo entre Estados Unidos y España. El tiempo que le queda libre lo dedica a la pintura, afición que comenzó en Paris hace ya veinte años, cuando rodaba una de sus primeras películas. “Me encontraba muy solo. Así fue como empezó mi proceso creativo”, explicaba a Vanitatis hace unos meses.