Las cuatro fórmulas para obtener liquidez de los Alba

Fue el propio Cayetano Martínez de Irujo quien, hace apenas unos meses, aseguró públicamente que la familia Alba, que tiene un patrimonio estimado en unos 2.500 millones de euros, arrastraba un enorme problema de liquidez que dificultaba la conservación y el mantenimiento de sus vastos dominios. La Fundación Casa de Alba, de la que él es gerente, se puso entonces manos a la obra para diseñar una hoja de ruta destinada a enarbolar propuestas que otorgaran cash al clan. Fundamentalmente cuatro: el ‘alquiler’ del palacio de Liria, la organización de una exposición en Madrid en la que mostrar sus obras de arte, la subasta de algunas piezas de su colección y, la última, la creación de una marca propia para la venta de productos alimenticios.

Merchandising 'Casa de Alba'

La Oficina Española de Patentes y Marcas, dependiente del ministerio de Industria, recibió el pasado 29 de enero del presente año dos solicitudes firmadas por Carlos Fitz-James Stuart, hijo mayor de la duquesa y vicepresidente de la Fundación Casa de Alba, en las que se solicitaba el permiso oportuno para la configuración de una marca propia que les facultase para la distribución de “carne, pescado, frutas y verduras, hortalizas y legumbres en conserva, confituras, compotas, huevos y leche”, entre otros productos. La única diferencia que existía entre ambas solicitudes, a las que ha tenido acceso Vanitatis, es el diseño del logotipo de la marca que las acompañaba. Se opta por dos diferentes, uno con el escudo de la casa y otro que conserva la corona que aparece en el mismo y la coloca sobre la letra “A”, inicial del apellido.

“Queríamos tener un abanico de opciones, pero la semana pasada ya seleccionamos un diseño definitivo”, afirma en conversación con Vanitatis Cayetano, conde de Salvatierra y nuevo duque de Arjona, quien prefiere no desvelar la elección final hasta la rueda de prensa en la que, a primeros del mes de julio, presentará junto a su hermano Carlos esta nueva iniciativa a los medios. Todo hace indicar, no obstante, que han optado por el escudo de la casa como emblema, aunque no se descartan algunas variaciones al diseño inicial. El gerente de la Fundación asegura que, al menos de momento, no hay intención de comercializar otros productos que no sean la carne y el aceite. “Fuimos sin embargo muy exhaustivos en nuestras solicitudes, ya que se nos informó de que, una vez presentadas, hubo una avalancha de otras similares que intentaban aprovecharse de nuestra imagen”, afirma Cayetano. Por eso el 28 de febrero se registraron un tercer documento en el que se dejaba aún más claro cuál era el objeto de su cometido como marca.

Carlos Fitz-James, duque de Huéscar, asegura por su parte a Vanitatis que ya están en vías de conseguir un contrato de distribución en Francia de la carne producida en sus fincas de Salamanca. Negocian a su vez la venta del aceite que producen en El Carpio, Córdoba, con varias empresas. La esperanza de los Alba es que esta vía de negocio ayude a paliar su crisis de liquidez, aunque también se han puesto en marcha otras alternativas. 

Un aristocrático baño sale a subasta

Este jueves, a las 17 h., Christie’s saca a subasta en su sede de París los muebles que formaron parte del baño que Jacobo Fitz-James Stuart, padre de Cayetana, regaló a su esposa, María del Rosario de Silva y Gurtubay, con motivo de su boda. El XVII duque de Alba encargó el diseño a Armand-Albert Rateau, que elaboró en 1921 siete piezas art decó para dicho aseo: una bañera, un canapé, un tocador, una mesa, una chaise longue y dos lámparas. Es la primera vez que los Alba liquidan parte de su patrimonio. La casa de subastas cree que la puja superará fácilmente los cinco millones de euros.

“¿Tan apremiante es la situación?”, le pregunta Vanitatis a Cayetano. “Cuando hay necesidad de hacer ciertas cosas, hay que tomar decisiones difíciles. Es un baño que no tiene ni 100 años y no es de interés cultural. Probablemente era la parte del legado menos dolorosa de subastar”, contesta éste.

Aunque toda la familia Alba ha consensuado la toma de estas decisiones, lo cierto es que diversas fuentes de su entorno aseguran a Vanitatis que en el caso particular de la subasta del baño de su abuelo, Eugenia, la pequeña de los hermanos, no estaba de acuerdo. Preguntado por esto, Cayetano se muestra tajante: “Todos somos patronos de la fundación y todas las decisiones se someten a debate en el patronato, que finalmente toma las decisiones por mayoría”.