Alfonso Díez coincide en una fiesta con Mercedes Alaya, la jueza de los EREs fraudulentos de Andalucía

Cien deseos cumplidos de niños con enfermedades crónicas o con mal pronóstico. Ése fue el motivo por el que la Fundación Pequeño Deseo convocó una cena de gala este sábado en Sevilla para celebrar una alegría que en estos tiempos sabe aún más dulce.

Eugenia Martínez de Irujo, muy volcada con esta entidad, no pudo acudir al evento pero sí Alfonso Díez. Solo y sin Cayetana, representó a la Casa de Alba en este acto benéfico ya que la Duquesa continúa recuperándose en el Palacio de Dueñas de lafractura de fémur que sufrió tras una caída durante su viaje a Roma y no pudo, como todos los años, colaborar en esta iniciativa con su presencia.

A la llamada de Mercedes Vázquez, coordinadora de la delegación de Andalucía de la Fundación Pequeño Deseo e hija del recién fallecido torero Pepe Luis Vázquez, amigo y gran amor de juventud de la Duquesa –a cuyo funeral también acudió un solitario Alfonso Díez – también acudió la jueza Mercedes Alaya, que instruye el caso de los ERE fraudulentos en la Junta de Andalucía.

Conocida por su entorno como la dama de hierro de la justicia española, Alaya es una de las últimas estrellas en incorporarse al ministerio regentado por Alberto Ruiz-Gallardón. Sin embargo, esta no es la primera vez que la jueza sale de los juzgados para hacer alguna aparición pública. Después de seis meses convaleciente tras padecer neuralgia de trigémino –un trastorno de intenso dolor en cuero cabelludo, frente, ojos, nariz y mandíbula, también llamado enfermedad del suicidio debido al trágico final que eligen muchos de los que la han padecido- acudió al Ferial de Sevilla vestida de faralaes y se paseó en coche de caballos por el recinto. Esta vez, un acto lleno de solidaridad ha sido el motivo por el que Mercedes Alaya ha salido de su despacho en el que, dicen, se encierra más de diez horas diarias.

La cena benéfica de este sábado no fue el primer acto al que Alfonso Díez acude sin la compañía de su mujer. En diciembre de 2012, viajó hasta Valencia como embajador de Porcelanosa para entregar 15.000 cajas navideñas a Cáritas. Casi cinco meses después, Alfonso parece que ha perdido la timidez de la que suele hacer gala y ha optado por sustituir a doña Cayetana cuando ésta no pueda acudir a algunos actos importantes.