Ana Boyer: "Hay veces que ayuda ser una Boyer y otras que perjudica"

La hija de Isabel Preysler parecía inaccesible este miércoles. Ana Boyer era la madrina del evento organizado por Braun Silk-épil 7 en la Casa de América de la madrileña Plaza de Cibeles. Mientras el resto de invitados posaban en el photocall y luego atendían a la prensa, Ana Boyer se saltó el segundo salto por orden de su representante. Por la mañana ya había atendido a ¡Hola! y Europa Press, sus medios más afines.Desobedeciendo la orden de su guía, Ana Boyer dejó su sitio para atender a los medios sin problemas. “Todavía estoy planeando mis vacaciones”, comenzaba contestando la hija de Miguel Boyer. “Probablemente vaya al sur de España unos días. Mi hermano tiene un par de conciertos y si puedo iré con él. Pero todavía no hay nada seguro”.

La hija pequeña del clan acaba de terminar sus estudios universitarios. Después del verano se lanzará a la piscina del mercado laboral, un terrero en el que todavía no ha tenido que desenvolverse. “La situación del país afecta a todo el mundo. Es mucho más difícil encontrar trabajo ahora. Yo me he estado preparando mucho estos años. Creo que puede seguir habiendo oportunidades si se buscan y uno es trabajador”. Su apellido, Boyer, podría ser un pequeño aliciente para cualquier empresa que tenga intención de contar con la joven entre sus filas. “Yo creo que depende. Hay veces que ayuda y hay veces que perjudica”.

Una situación de crisis que ha sido muy comentada en la familia después de las declaraciones de varios miembros del clan Preysler han hecho en público. Su madre levantaba la ira de las redes hace unos meses cuando declaraba que en su casa también “se han abrochado el cinturón. Gasto mucho menos que antes. Soy consciente la situación que estamos atravesando”. Su hija Tamara era muy clara al respecto: “Yo pensé que la crisis sólo era en África. No pensé que había tanta hambre”. A ninguno extraño entonces que semanas después declarase que su madre le había prohibido hablar de política.

Este tipo declaraciones han hecho ver a la pequeña de los Boyer como la más centrada de la familia. “A lo mejor sí que soy la más centrada de todas mis hermanas, pero porque me asocian mucho con los estudios y mis hermanas no han hecho nada en la universidad”, ha comentado este miércoles la joven. “No les he dado muchos disgustos a mis padres. Yo creo que han estado muy contentos y muy tranquilos siempre conmigo. Están muy orgullosos todos de que me haya graduado. Después de seis años tenía muchas ganas de acabar”.

Para celebrar su viaje de fin de carrera no eligió otro sitio mejor que Filipinas. Allí recordó la juventud de su madre y pudo visitar a algunos de sus familiares. “A la familia la he visto poco porque no hemos estado en Manila, sino en los alrededores. Sólo he visto a mi abuela y a mi tía. Había ido una vez de pequeña y no me acordaba mucho. Me ha encantado la experiencia”.