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La primera salida lúdica de García Revenga, secretario de las infantas, tras su imputación
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La primera salida lúdica de García Revenga, secretario de las infantas, tras su imputación

Marina Castaño y Carlos García Revenga, secretario las infantas, fueron la pareja estrella en la fiesta de presentación de la firma de subastas británica Suttons and

Foto: La primera salida lúdica de García Revenga, secretario de las infantas, tras su imputación
La primera salida lúdica de García Revenga, secretario de las infantas, tras su imputación

Marina Castaño y Carlos García Revenga, secretario las infantas, fueron la pareja estrella en la fiesta de presentación de la firma de subastas británica Suttons and Robertsons, fundada en 1770 y que hasta ahora no tenía representación en España. La cita era en la terraza del Museo Thyssen y, aunque es territorio de la baronesa y ella estaba convocada, no acudió. Carlos García Revenga, jefe de la secretaría de las Infantas, fue uno de los invitados más solicitados por la prensa convocada e invitada pero, como es habitual, no ofreció más frases que las justas.  

Asi ha sido siempre desde que el juez Castro le declaró imputado en el Caso Noós. Respecto a este asunto ya habló en su momento en el juzgado de Palma. Lo que siempre ha mantenido es que jamás tuvo acceso ni a las cuentas ni a la gestión de la fundación y que, solamente cuando era requerido como secretario de las Infantas, ofrecía algún consejo de manera puntual. También afirmó ante el juez que accedió a figurar en la junta directiva de Nòos como deferencia a Iñaki Urdangarin.

Esta era su primera salida pública no profesional  en respuesta a la invitación de Lola Alcaraz que, junto a Aurora Algar, que presentó el acto, y Virginia Bauza, directora de la casa de subastas, habían organizado el evento. Antes del cóctel celebrado en la terraza del Thyssen, García Revenga tuvo la oportunidad, como otros invitados, de visitar la exposición sobre Pisarro abierta hasta el 15 de septiembre. El secretario de las infantas, que nunca se ha prodigado en fiestas sociales multitudinarias, sí suele acudir a las reuniones de carácter más cultural. En este caso, su asistencia estaba justificada tanto por el interés por Pisarro como por el apoyo a su amigos.

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* Revenga con Beatriz de Orleans y Aurora Algar con Virgina Bauzá.

La otra invitada estrella, Marina Castaño, cuenta los días antes de casarse por tercera vez dentro de una semana. Simpática y habladora, contó al resto de invitados que se encontraba feliz e ilusionada con un enlace que se celebrará en su casa de Puerta de Hierro el próximo sábado. La viuda de Cela vestirá un diseño de la misma firma que eligió su hija para su ceremonia y los invitados serán los justos porque no quiere que los fastos sean multitudinarios. Los dos novios repiten matrimonio. Por tanto, organizar una celebración ampulosa no era lo más aconsejable.

La ausencia notable fue, claro está, la de Tita Cervera. Desde que ha querido que sus mellizas Carmen y Sabina sean visibles y salgan de su retiro de San Feliú tiene menos tiempo para acudir a reuniones sociales. Seguramente no acudió para no tener que dar explicaciones sobre el bautizo de su tercer nieto, ese al que no conoce. También sobre la nula relación que mantiene con su hijo Borja. Este lo tiene muy claro, hasta que no acepte a su mujer no hay nada que hacer.  

Entre los muchos invitados también acudieron Teñu de Hohenlohe, que prepara nueva exposición fotográfica, la princesa Beatriz de Orleans, Herman Terch, los duques de Aveiro, Carmen Navarro, Mencía de Borbon, Rossy de Palma y Jaime Martínez Bordiú. 

Marina Castaño y Carlos García Revenga, secretario las infantas, fueron la pareja estrella en la fiesta de presentación de la firma de subastas británica Suttons and Robertsons, fundada en 1770 y que hasta ahora no tenía representación en España. La cita era en la terraza del Museo Thyssen y, aunque es territorio de la baronesa y ella estaba convocada, no acudió. Carlos García Revenga, jefe de la secretaría de las Infantas, fue uno de los invitados más solicitados por la prensa convocada e invitada pero, como es habitual, no ofreció más frases que las justas.