Diego Osorio, el soltero al que todas persiguen

En poco tiempo, Diego Osorio se ha convertido en un personaje. Y si aún no lo es, parece que tardará poco tiempo en serlo. En los últimos meses, el joven empresario, dedicado a la gestión de Patrimonio y modelo de algunas firmas posee el don de la ubicuidad. Su posible relación con María León y sus romances con Eugenia Silva o Ana Boyer han convertido su figura en la del eterno ‘soltero de oro’. Con León se le vio en un reciente master de tenis. Sin embargo, él no sólo huye del estereotipo ‘donjuanesco’ sino que evita hablar de él. Cuando se le pide que hable sobre su fama de rompecorazones, prefiere ser cauto y no hacer declaraciones. “No puede uno ni tener amigas” aseguró amablemente cuando Vanitatis se puso en contacto con él, pese a que prefirió no pronunciarse ni hacer declaraciones sobre su vida privada. "Me da un poco de miedo convertirme en personaje del corazón", añadió.

Una fotografía de Instagram sería ejemplo de quién es Diego Osorio: La imagen de sus pies con un ejemplar de El Gran Gatsby. El protagonista de la novela de Scott Fitzgerald podría ser un buen símil de su vida: rico, guapo y siempre en mil frentes sin que se sepa quién es en realidad o, más bien, quién o qué quiere llegar a ser. Nació en Madrid en 1984 y desde muy pequeño gozó de una posición privilegiada al ser hijo del Marqués de los Balbases y Conde de la Corzana, Melu Alburquerque. El adolescente Diego sufrió su muerte cuando contaba con tan sólo 14 años. No era el único aristócrata de la familia, ya que su tío, Beltrán Osorio, también era duque de Alburquerque. Su nobleza de sangre ahora la pasea en muchos actos: “Pienso que estamos ante uno de los personajes del próximo año. En los últimos tiempos todas las firmas lo tienen en cuenta a la hora de invitarlo a fiestas”, asegura la encargada de comunicación de una prestigiosa agencia dedicada a organizar eventos.

Parte de la presencia que destaca esta agencia es confirmada por el trabajador de otra que ha tenido que contactar con él en alguna ocasión a la hora de gestionar fiestas en las que estaba presente: “No sólo es guapo sino que sabe mejor que nosotros lo que le sienta bien y lo que no. Da gusto saber que no te va a organizar espectáculos como hacen otros famosos, o que va a saber estar desde que pone un pie en el evento hasta que se va”, asegura.

Una forma física que causa admiración

Se suele incidir, de manera insistente, en su físico. Gran parte de ‘culpa’ de esa fisonomía que parece causar estragos es debida a la práctica del deporte. Osorio es la antítesis del sedentarismo: desde pequeño vivió un deporte que acabaría repercutiendo en su forma física: el polo. Sin embargo, es fácil verle navegar y también cazar.

Precisamente fue esta afición la que le trajo un disgusto en 2008. En una de las fincas de la familia Melgarejo, durante la Navidad, una bala del rifle de Diego rebotó con una piedra. Las esquirlas le dieron de lleno a uno de sus amigos, José Antonio Primo de Rivera, atravesándole una la capucha de la prensa de caza, dándole otra en el hombro y dos en la espalda. El joven tuvo que ser ingresado en un hospital de Toledo.

Por aquel entonces, Osorio ya salía con la hija de Isabel Preysler. Ana Boyer y ella se dejaban ver juntos. Sin embargo, aquel Osorio difería mucho del actual. Era un chico hermético que vestía bien y del que poco o nada se sabía. La relación duró nada menos que tres años y era visto como un romance casi adolescente en comparación con los que ha mantenido después, marcados por la diferencia de edad de sus ‘partenaires’. Eugenia Silva, ocho años mayor que él, se convirtió en su siguiente conquista. No hubo ningún tipo de declaración al respecto de la misma, ya que la ‘top model’ y el empresario mantuvieron su relación en secreto y esta sólo fue desvelada cuando aparecieron fotografiados durante unas vacaciones en Formentera, donde la modelo tiene casa y restaurante. Les duró hasta el pasado diciembre. O antes, a juzgar por la celeridad que muchos daban a la separación entre ambos.

Desde entonces, Osorio se ha dejado ver en la noche madrileña y, voluntariamente o no, ha aparecido en un sinfín de revistas del corazón, algo que parece no apetecerle demasiado. Lo suyo es Instagram, el deporte y la firma Sight para la que ejerce de modelo. Y aunque confiesa que le “horroriza” la palabra famoso está claro que no opinan lo mismo las agencias que cuentan con él: “Va a dar mucho que hablar. Lo quiera o no, parece destinado a ser un personaje”. Sólo el tiempo dirá si ese personaje se materializa o no. Por el momento, la estampa de las féminas mirándole de reojo es bastante común en muchas de las fiestas que pueblan la noche madrileña.