Pilar Rubio, sobre las fiestas de 'La Roja': "No voy a entrar al trapo en las tonterías que se dicen"

Pilar Rubio le está cogiendo gusto a los photocalls. Su desaparición de los platós de televisión ha llevado a la presentadora a buscarse la vida de otra manera. Este martes, volvía a aparecer sobre una alfombra en la presentación veraniega de la cerveza Sol y tuvo que enfrentarse a las informaciones que rodean a su novio, el futbolista Sergio Ramos. Según la web brasileña Globosporte, varios jugadores de La Roja montaron una fiesta en el hotel de concentración, donde no faltó la bebida y un grupo de mujeres habría subido a las habitaciones. “No voy a entrar al trapo en las tonterías que se dicen”, declaró la presentadora sobre el tema. Una información por la que, según As, los jugadores de la Selección han decidido demandar al grupo de comunicación que publicó la noticia.

A Pilar Rubio y a Sergio Ramos les costó mucho tiempo confirmar su relación. Salidas por separado de restaurantes y declaraciones confusas rodearon a la pareja durante los primeros meses. El jugador de fútbol fue el primero en confirmar su noviazgo colgando una fotografía en Twitter. “Mi vida privada quiero que sea privada. Creo que no tengo que rendir cuentas a nadie de lo que hago”, comenta Rubio. Un momento bien elegido por la pareja dada la persecución que estaban sufriendo durante esas semanas. Rubio, sin embargo, prefiere decir que no fue planeado: “Las cosas surgen solas, no se planean. Las relaciones tienen que ser de verdad. No sé cuándo empezó a ser de verdad”.

Desde que terminase Todo el mundo es bueno en Telecinco, la presentadora no ha vuelto a tener ningún proyecto. Aunque mantiene en pie su línea de ropa Metalhead, ante la prensa se ha convertido en la última novia de Sergio Ramos y eso no pasa inadvertido en las convocatorias. Todavía no se siente del todo cómoda ante las grabadoras y su paso por la alfombra debe ser fugaz para su equipo de representación. Aunque este martes se tratase de un acto presentado por Rubio y, por lo tanto, había pasado por caja, cuatro minutos de preguntas para una decena de periodistas debía resultar suficiente.

De sujetar la alcachofa a enfrentarse a ellas. “Yo no me considero un personaje. Sigo trabajando igual. Cuando estaba al otro lado también atraía medios. No noto diferencia”, dice. Sin embargo, en su presencia ante los medios pesa siempre más por su vida personal que profesional. Una vida que, sin embargo, prefiere. “Se vive muy bien así y tampoco me da tiempo a pensar en las cámaras”.

Los eventos se han convertido en su nuevo trabajo. Tanto que sesiones fotográficas y actos públicos no le permitirán ir a ver a su novio a Brasil en la Copa Confederaciones. Se disculpa añadiendo una larga lista de compromisos en su agenda. Parece que Pilar le ha cogido gusto a esto de pisar alfombras: “Hago lo que realmente me gusta y me apetece. Antes no me daba tiempo a pensar en mí”, dice la novia de Ramos.