Joaquín Torres no se retracta ante el juez de sus declaraciones sobre la familia Cereceda

Ni acuerdo ni conciliación ni posibilidad de llegar a un entendimiento. Las pretensiones de Susana García Cereceda, hija del fundador de La Finca, Luis García Cereceda, de intentar frenar las declaraciones públicas de Joaquín Torres, no han surtido el efecto que ella deseaba. El acto de conciliación celebrado este jueves entre las partes y al que no ha acudido Susana ha terminado sin avenencia, lo que obligará a la heredera de Procisa a interponer una demanda civil contra Torres para proteger su honor.

Las declaraciones públicas efectuadas en los últimos tiempos por el llamado  “arquitecto de los famosos” llevaron a Susana a tomar medidas legales al respecto. Según el escrito en el que solicitaba acto de conciliación y del que ya informó en primicia este portal, la hija de Cereceda consideraba que sus derechos se habían visto vulnerados al referirse el arquitecto a ella con “frases injuriosas y calumniosas que por su falsedad atentaban contra su intimidad y la de su familia”. Sin embargo, Torres no está dispuesto a dar su brazo a torcer, ante una mujer que según él le ha llamado ladrón, tal y como se recoge en el escrito judicial, y ha preferido plantar cara.

Acompañado de su abogado y un amigo, el arquitecto se ha negado a reconocer ante el juez que sus declaraciones tuviesen carácter injurioso y atentaran contra el honor y el buen nombre de Cereceda. Tampoco ha mostrado su disposición a abstenerse en un futuro de hacer declaraciones sobre ella y su familia, en especial, sobre los hijos de su hermana Yolanda, sobre los que Susana tiene la guardia y custodia, después de que un juez inhabilitara a la pequeña de las hermanas Cereceda.

El entorno más cercano del arquitecto ve en estas medidas una manera de intentar tapar la boca a alguien que sabe mucho y que puede perjudicar a la familia Cereceda. En esta misma línea se pronunciaba Torres, en sus últimas declaraciones a Vanitatis, en las que aseguraba que el tiempo para una conciliación entre las partes ya había pasado. “Yo les puedo hacer mucho daño y estoy callado, pero pienso defenderme. Es ella la que me acusó a mí de robar a su padre. Desde que murió Luis no han querido negociar nada y ahora sólo nos queda vernos en los juzgados”. 

Tres careos judiciales

Una guerra que no ha hecho más que empezar. A la demanda civil de protección jurisdiccional del derecho al honor de Cereceda contra Torres hay que sumar otro proceso emprendido por la empresa Procisa, que gestiona La Finca, propiedad de las dos hermanas García Cereceda y cuya sentencia se conocerá este mismo mes. Las herederas demandaron a Torres por el impago del alquiler de su casa en la misma urbanización. El arquitecto por su parte ha recurrido a los tribunales, para reclamar a Procisa los 8,5 millones de euros correspondientes a unos supuestos proyectos que se habrían realizado y no se habrían pagado.  

Un futuro judicial en el que está en juego una fortuna, el desahucio del arquitecto y el honor de la heredera.